Rebanadas / Francés para valorar

AutorCony Delantal

Le Bouchon

Ya la habían hecho mucho de emoción, se habían tardado demasiado en abrir el Le Bouchon de Santa Fe. Ya desde hace un rato habían puesto las mantas amenazando de su apertura y nada de nada.

Este bistro francés está frente al Bros, en el edificio Espacio de Juan Salvador Agraz 37 donde sólo hay restaurantes, además de los ya mencionados está el Ligaya, el Japonez, el Bellaria y La Mar. Por lo tanto éste francés era el que nos faltaba del complejo gastronómico.

Digamos que el lugar está bastante mono, tiene unas mesitas afuera antes de la entrada, ya cuando te reciben hay un biombo que te separa de ver el interior del lugar y cuando al fin estas ahí una barra del lado izquierdo llama la atención por su variedad de whiskys, al menos así atrajo a mi marido.

Pequeñas mesas inundan el lugar, sin duda su cava también llama la atención sobre todo por su altura y su variedad y por eso hay que hacer una mención especial para su carta de vinos que llama también la atención no sólo por sus opciones sino por sus precios que resultan bastante aceptables.

En esta ocasión me pegué a una comida que mi marido tenía con un amigo y para comenzar se nos antojaron mucho sus caracoles, vienen 12 piezas de 195 pesos, la orden.

La verdad es que vale mucho la pena este platillo de "escargots" a la Bourgignonne que lleva mantequilla de ajo y perejil. La verdad es que ya no me quiero acordar porque me regreso... están muy buenos.

Ah y como sino fuera suficiente, los señores ya le habían echado el ojo al tuétano a la sal gruesa de 92 pesos, el cual a pesar de que especifica en la carta que tarda 15 minutos en llegar a tu mesa no fue razón para que dejarán de tomarlo como una opción.

Se apresuraron a ordenarlo y llegó hasta nuestra mesa, perfectamente presentado como todos sus platillos.

Este platillo de tuétano viene en el propio hueso con trozos más consistentes que como es presentado en otros lugares. Para quienes gustan del tuétano y les vale un pepino si este plato engorda o no, resulta una delicia.

La verdad es que el restaurante francés sin ser perfecto tiene su gotita de glamour, era un día de principio de semana de manera que eran pocas mesas las ocupadas pero no hay que negar que el lugar es agradable y de buen tamaño, pues tiene un segundo nivel que lo hace tener una capacidad para recibir a varios comensales.

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