Rebanadas / Un hotel para saborear
| Autor | Cony Delantal |
UN RICO Y VARIADO BRUNCH
Con el afán de variarle un poquito a las comidas y cenas de las que siempre les cuento por aquí, uno de estos domingos sugerí a la familia que nos escapáramos al brunch de algún hotel.
La verdad es que los hoteles son buena opción porque si uno les sabe sacar provecho, puedes pasarla rico desde el medio día e incluso echarte parte de la tarde degustando y disfrutando.
Me puse a ver algunas de las nuevas opciones y me encontré con un hotel que se llama Live Aqua, en Bosques de las Lomas, en la calle de Bosques de Tamarindos, justo a un lado del edificio del pantalón.
El hotel es una belleza. Digo, nosotros no fuimos a hospedarnos, pero nos bastó echarle un ojito a su lobby, bar y restaurante para saber que es una buena apuesta. Muy moderno y aún así acogedor en sus interiores.
El brunch tiene un costo por persona de $550 y es todo un lujo. Está muy bien montado al interior del restaurante e incluso algunas opciones están dispuestas en el área del lobby.
Tienen desde fruta hasta carnes y pastas que preparan al momento y a la vista en las planchas y parrillas de su cocina abierta.
Mi marido llevaba antojo de mariscos y vaya que se dio gusto. Se sirvió, para empezar, una buena ración de camarones gigantes para pelar que estaban súper frescos. Los disfrutó con limón y sal.
Yo me entretuve con su charola de pan y quesos, acompañados con microgreens, mermeladas y nueces garapiñadas con las que vale la pena experimentar en una chapata con un buen trozo de cheddar.
Mi hermano y mi cuñada, quienes nos acompañaron ese día, estuvieron fascinados porque para su sorpresa había una barra de cebiches de la que uno puede elegir los ingredientes para que le preparen su cebiche al gusto. Todos se elaboran muy al estilo peruano. Me pareció algo bastante novedoso.
Entre los ingredientes había camarón, callo de almeja, robalo, cebolla morada, cilantro, chilito serrano y pepino, y una buena variedad de opciones para marinar. Cada uno pidió el suyo y les encantó la frescura y sabor.
El brunch incluye un clamato o mezcal ilimitado. Yo opté por la primera opción y ya después me tomé un mezcalito; si vieran qué bien marida el destilado con los pescados y mariscos.
¡Ah! y es que después de los quesos le entré al atún crudo recién rebanado que presentan con alga y una salsita con trocitos de sandía, mezcal y vinagre.
En lo personal la combinación en la receta no me pareció muy afortunada, pero a mi cuñada sí le gustó, al igual que el salmón...
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