Rebanadas / Perú en boga

AutorCony Delantal

Francesco

Desde hace unas semanas tenía curiosidad de ir al restaurante Francesco en la calle de Juan Salvador Agraz 40 en Santa Fe, donde alguna vez estuvo el restaurante peruano que tenía socios mexicanos y del Perú llamado Segundo Muelle. Me cuentan que ese proyecto se truncó al haber diferencias entre los dueños. Los socios mexicanos se quedaron con la sucursal de Alejandro Dumas, de nombre Mánkora. Y la instalación de Santa Fe quedó a la deriva hasta que llegaron unos inversionistas peruanos a arrancar el Francesco, de cocina de aquellas latitudes.

Para llegar al lugar hay que tomar unas escaleras eléctricas muy largas que te llevan al restaurante que goza de una muy bella vista de Santa Fe. Una barra se encuentra en la entrada y el resto es un área cuadrada donde están las mesas, algunas redondas para convivio de grupos numerosos. Nada espectacular la decoración, salva mucho la vista.

El servicio es ágil y el menú es abundante. Para comenzar mis dos amigas y yo elegimos de sus entradas frías un musciame de atún de $160, atún seco en sal y hierbas, hidratado en olivo, ajo y especias, servido con tostadas, aguacate y láminas de jitomate, una cosa deliciosa. Luego elegimos un platillo mixto con causa rellena con camarones, papa amarilla, aderezada con limón y ají amarillo, aguacate y terminada con una suave salsa de pimientos morrones; causa de pulpo al olivo, papa con capas intercaladas de aguacate y el molusco en una salsa de aceitunas negras; otra de salmón, y una más de pulpa de jaiba, papa rellena de carne de cangrejo y especias, bañada con emulsión de salsa de berros y piñones. Muy buenas, pero me quedo con el musciame.

Ya para entonces habíamos disfrutado de un pisco sour de $140, hecho a base del aguardiente típico de Perú, delicioso.

De los platos fuertes, una amiga probó el risotto Francesco de $260, arroz arbóreo al punto con tinta de calamar coronado con camarones a la parrilla en salsa de ají amarillo, rico. Otra prefirió los ravioles rellenos de pulpa de jaibas de $220, según ella en cualquier lugar sirven cinco ravioles, pero aquí son generosos con las porciones. La pasta estaba al dente y muy buena. Yo me incliné por un salmón a la miel de soja de $245, este filete es cocido a la parrilla y sellado en finas hierbas servido con una ligera salsa de miel de soja, acompañado de risotto de hongos. No equivocamos en nuestras elecciones.

Sin duda Francesco es una opción de comida peruana en boga. La instalación vale por su vista...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR