Rebanadas / Qué rico disfrutar Santa Fe
| Autor | Cony Delantal |
Bros...
Desde hace cuánto que nos moríamos de ganas de ir al Bros de Santa Fe y al fin nos dimos una vuelta mi marido y yo con un buen amigo. El Bros fue junto con La Mar de los primeros restaurantes que abrieron en la Plaza Escape que se encuentra en la calle de Juan Salvador Agraz 37.
Esta especie de plaza gastronómica se ha convertido en un auténtico refugio para los buenos comensales, donde hay una buena cantidad de opciones culinarias. En dicho centro últimamente abrieron Le Bouchon y la pizzería Bellaria, otros migrantes de Polanco a Santa Fe.
Yo que me había ido de compritas por el rumbo, los alcancé en este lugar que nada más de ver por fuera, se me antoja. Aquellos ya estaban muy acomodaditos tomándose una cerveza y esperando unos ostiones rockefeller de 12 piezas y $230, que no pudieron dejar pasar.
La instalación con la que cuentan en Santa Fe es completamente el estilo de Polanco pero más moderno con esas maderas de color café que inundan las paredes, cava a la vista y su notoria barra. Lámparas estilo inglés y un servicio cordial como marco a una tarde de exquisitos mariscos y carnes.
La cierto es que los señores venían con ganas, me refiero a ganas de comerse toda la oferta del lugar que desde sus pizarrones puedes apreciar.
Llegaron precisamente los ostiones rockefeller, frescos como la mañana, vistosos en presentación y deliciosos en sabor.
Enseguida a nuestro amigo se le ocurrió pedir el entremés Bros de $235, la curiosidad lo mataba.
Éste es un platillo hecho con pulpo, camarones, mejillones preparados con salsa Maggi, champiñones y cebolla que le dan un toque delicioso, es como una probadita de buenos mariscos preparados graciosamente, digamos que es una opción divertida.
La verdad es que el Bros no pierde su estilo, se llena de importantes ejecutivos, hombres de la política, la publicidad, varios clientes frecuentes y uno que otro grupo de señoras maduritas que más inteligentes que su servidora no llevaron torta al banquete.
En fin platicábamos a gusto cuando llegaron los pulpos a la gallega de $115, que los señores tampoco perdonaron, no se van si no los piden, parece manda; les encantan y la verdad es que no es para menos.
No es por exagerar pero al Bros no le sobran elogios por eso está siempre tan lleno y cuesta trabajo conseguir reservación.
Como si nada más hubiéramos botaneado para variar todavía ellos querían carne, y no fallaron en pedir las costillas de cordero de $460, que por cierto son las mejores que he...
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