Rebanadas / Sabores por descubrir
| Autor | Cony Delantal |
Durante años nos ha cautivado mi querida Martha Ortiz en Dulce Patria con una gastronomía mexicana festiva, pero sobre todo muy emotiva y elegante. Los extranjeros que quieren una probadita de la cocina mexicana no dudan en acudir a este emblemático restaurante, ubicado en el corazón de Polanco, pues su fama trasciende fronteras.
Hace algunos meses, la chef inauguró un nuevo restaurante llamado Filigrana, ahora en el número 62 de Veracruz, en la Roma Norte. Ubicado donde antes se encontraba La Colomba, este espacio gastronómico cautiva a primera vista. El edificio alberga un impresionante mural de Rafael Cauduro y en el interior reina una decoración que va muy con el barrio, con un sutil toque de elegancia.
El morado y verde vibrantes combinan a la perfección con las maderas, y un ambiente fresco se disfruta adentro, gracias a las jardineras y a los árboles de grandes ramas que llenan de vida el lugar. Los más bohemios, sin duda gozarán en la pequeña terraza, que bien podría ser la locación de cualquier película de Woody Allen.
Pero vayamos a lo verdaderamente importante: su cocina. Para comer y cenar, Martha ha diseñado un menú tradicional con un toque moderno. Aquí los comensales podrán agasajarse con una tlayuda con mole amarillo ($196), una sopa caldosa de frijol ($128), un pescado zarandeado ($296) o hasta una lengua de res ($286).
En esta ocasión, me di mi escapada con tres de mis amigas, unas más remilgosas que otras, pero todas ellas muy queridas. Optamos por ordenar los platillos al centro, cosa que fue casi un reto pues no todas comen de todo.
Abrimos boca con un cebiche verde ($178) que lleva lobina, albahaca, cilantro, hinojo y frutas tropicales.
A las tres nos pareció una entrada rica y fresca, aunque cuando la probamos con las tostadas los sabores, ya juntos, no nos hicieron tanto click.
En cuanto la de mejor diente vio en la carta las gorditas de maíz multicolor ($145), no dudó en pedirlas y se olvidó por completo de la dieta.
Disfrutamos muchísimo las variedades de este popular antojito mexicano, que aquí sabe a pedacitos de gloria.
Con maíz negro y hongos, verde con queso y epazote o al natural con tlalitos (asiento de chicharrón), preparan cuatro gorditas que sedujeron hasta a la más exigente. Estas esponjosas y crujientes delicias son casi como las que alguna vez probé en Dulce Patria.
Una jaiba de concha suave me hizo ojitos ($142), así que la pedí, aunque a una de mis amigas se le hizo casi exótica, pues aún no...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba