Rebanadas / Una tía intensa

AutorCony Delantal

Antes de que empiece Semana Santa y la Ciudad se convierta en zona de recreo, me escapé a una de las novedades más prometedoras de Polanco.

El restaurante se llama Kaah Siis, y ojo, no me refiero al licor de casís. Este viene del maya, kaah, que significa "lugar de", y siis, "fresco".

El lugar abrió hace dos meses en Schiller 331, casi esquina con Masaryk, a un costado del Harry's y ofrece platillos hechos a partir de ingredientes que ofrecen el campo y los productores mexicanos. Utilizan solo productos frescos, de temporada, y por eso el menú cambia constantemente.

En pocas palabras, esto es cocina de autor, o más bien autores, porque son tres chefs los responsables: Nicolás Higuera, de Colombia; Alfredo Chávez, de México, e Israel Montero, de Venezuela.

Kaah Siis tiene estilo. Su diseño es minimalista y está muy mono. Me acompañaron mi mamá y una tía que pues ¿cómo decirlo?.. ya está mayor y es muy imprudente.

Para empezar pedimos nuestro mezcal, aunque con mi tía ya no nos arriesgamos y le sugerimos una naranjada. De sus entradas pedimos el bacalao ahumado ($190), que lejos de ser un filete, hagan de cuenta que se trataba de un sashimi acompañado de cebolla morada, cilantro criollo, pepino, rábano y aguacate. Muy original y de sabor, delicioso.

También pedimos el pulpo ($210) con mayonesa de chile capón, además de papa, salicornia y cebollita cambray, que también nos convenció.

Antes de seguir les aclaro que la cocina es compleja. Ya saben, con muchos ingredientes, micro greens, flores comestibles, distintos tipos de aceite de oliva y demás. La estética de cada platillo es muy llamativa y da pena comerse lo que llevan a la mesa de tan lindo y artístico que se ve.

Estaba muy clavada con lo que nos estaban presentando, pero mi tía me empezó a preguntar que qué iba a ofrecerle a Dios nuestro señor esta Semana Santa, y que si mis hijos estaban conscientes de lo que significaban estos días.

No le quise mentir, y le respondí que con padecer la programación de las televisoras estos días era suficiente sacrificio: Los Diez Mandamientos, la clásica Ben Hur y la infaltable Jesucristo Súper Estrella. ¡Qué horror!

La pobre casi se infarta con mi herejía, porque para colmo resultó que se las echa completas y las disfruta. Eso sí que es un calvario, pensé.

Iba a seguir con su perorata, pero mi mamá me salvó y le sugirió de segundo tiempo el arroz caldoso a la mexicana ($190), que aunque estaba marcado como entrada, resultó abundante.

La preparación...

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