Encuesta/ Rechazan las armas
REFORMA/Investigación
Después de nueve meses de paro estudiantil en la UNAM, buena parte de la opinión pública del país ha tomado una actitud de mano dura frente al conflicto.
Ciudadanos y estudiantes universitarios de distintos centros educativos públicos de México parecen aceptar cada vez más el ejercicio de la fuerza pública, pero no justifican el uso de armas ni el derramamiento de sangre.
Hoy, como en la masacre en la Plaza de Tlatelolco que reprimió el movimiento estudiantil de 1968, la muerte de estudiantes y de efectivos militares es injustificable en lo absoluto para los mexicanos.
Lo anterior lo revelan cuatro encuestas realizadas por Grupo REFORMA a la población abierta de la Ciudad de México y a estudiantes de tres universidades públicas en el DF, Guadalajara y Monterrey el pasado 3 de febrero.
Según las encuestas, la gran mayoría -79 por ciento- de los estudiantes de la Universidad Autónoma de Nuevo León así como la de los de la Universidad de Guadalajara (UDG) - 65 por ciento- está de acuerdo con el uso de la fuerza pública para poner fin al conflicto en la UNAM.
Pero los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) de la Ciudad de México rechazan tal opción: 59 por ciento está en contra del uso de la fuerza pública.
Por su parte, la opinión pública capitalina está muy dividida en este tema: la mitad está de acuerdo con el uso de la fuerza pública; la otra mitad está en desacuerdo.
Tanto en la UANL, como en la UDG y el IPN, se atisba el consenso de que, en caso de que sea necesaria la intervención de la fuerza pública en el conflicto de la UNAM, la Policía Federal Preventiva es el organismo que debería actuar; hay coincidencia también en que, en todo caso, tal agrupación debiera entrar desarmada. Así lo consideran alrededor de 6 de cada 10 estudiantes de cada una de plazas universitarias y la misma proporción de habitantes de la Ciudad de México.
Si fuere necesario, el uso de gases también se considera apropiado, pero el uso de armas de fuego es rechazado de manera contundente.
La encuesta revela también cierta resignación al hecho de que, como van las cosas, podría haber personas lesionadas como resultado del uso de la fuerza en el conflicto universitario; más aún, ninguna de las poblaciones entrevistadas considera que si hubiese muertos, haya que responsabilizar por ello a un gobierno represivo: sería el costo, opinan los encuestados, de volver al orden, y en todo caso los "paristas" son vistos como los responsables...
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