Reconstruir el consenso

AutorJoseph E. Stiglitz y Enrique Ochoa Reza

México enfrenta las consecuencias de las elecciones presidenciales más cerradas de su historia. A pesar de que la incertidumbre electoral institucionalizada es una característica propia de los regímenes democráticos, la atmósfera que rodea al proceso de impugnación ante el Tribunal Electoral presenta un reto adicional para esta joven democracia. El discurso político se ha polarizado entre los dos partidos mayoritarios, el partido conservador Acción Nacional y la coalición de centro-izquierda liderada por el Partido de la Revolución Democrática.

Sin embargo, ambos partidos tienen varias cosas en común: cada uno de ellos recibió alrededor del 35 por ciento de los votos nacionales y ninguno tiene la mayoría en las Cámaras del Congreso. Ninguno de los dos partidos, por lo tanto, llegará al poder con un mandato claro o con una mayoría en el Congreso para promover sus propias ideas. En resumen, sería insensato ignorar la voz del 65 por ciento de la población que no votó a su favor.

Independientemente del resultado final de esta elección, México necesita una agenda política que pueda centrarse en los principales problemas de sus ciudadanos y que pueda unir a ambos bandos políticos. Concentrarse en un terreno común le permitirá al país superar la división electoral y dar inicio al diálogo democrático.

Por suerte, el diagnóstico de todos los partidos sobre los retos que enfrenta México es similar. La economía mexicana ha estado creciendo por debajo de su potencial y el país padece altos niveles de pobreza y desigualdad. El nuevo gobierno de México puede empezar con una serie de políticas públicas que son a la vez favorables para el crecimiento y favorables para los pobres. Proponemos tres ideas como parte de un consenso inicial: promover la competencia en la economía, impulsar una política industrial y reforzar la educación.

Competencia en la economía

En primer lugar, México necesita impulsar su economía estableciendo mecanismos que permitan a un mayor número de sus ciudadanos disfrutar los beneficios del mercado. Estos objetivos son difíciles de lograr en una economía dominada por oligopolios, como lo está actualmente la economía mexicana. Promover y proteger la competencia no es un "lujo". Es una necesidad para conseguir un crecimiento equitativo y sostenible.

En el pasado reciente, México ha cosechado resultados mixtos en el tema de la competencia. Por una parte, se promulgó una Ley de Competencia avanzada, que puso a México en la misma vía que...

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