Reconstruir la UNAM

AutorMarco Antonio Martínez

La Universidad Nacional Autónoma de México volvió a abrir sus instalaciones, luego de que fue recuperada por la Policía Federal Preventiva el domingo pasado. La huelga estudiantil que duró más de nueve meses terminó sin que se lograra solucionar el conflicto por la vía del diálogo.

Ahora la comunidad universitaria se enfrenta al mayor reto: reconstruir su universidad.

Enfoque consultó a 24 destacados universitarios sobre cuáles deben ser las acciones a seguir para reconstruir la UNAM. Reconciliación y tolerancia fueron las principales coincidencias. Asimismo, la liberación de todos los estudiantes presos y, fundamentalmente, la realización del Congreso Universitario.

A los entrevistados se les planteó la misma pregunta: ¿cuáles son sus tres propuestas para reconstruir la Universidad? Estas son sus respuestas.

La Universidad Nacional debe proponerse seguir siendo la primera Universidad del país, la de mayor nivel académico, la que forme a los mejores profesionales y a los mejores humanistas. Para lograrlo debe conservar a los profesores e investigadores de más alta calidad y combatir todos aquellos vicios e inercias que afectan las tareas académicas.

Desde luego, la excelencia que debe proponerse es incompatible con cualquier tentación de convertirla en una "universidad-pueblo", en la que el asambleísmo y la demagogia suplantaran al rigor académico.

Deben acordarse las normas que impidan que una minoría pueda imponer sus decisiones al conjunto de la comunidad universitaria.

En lo inmediato, debe restablecerse el clima de concordia, a lo cual contribuirá de manera importante la libertad de los universitarios que no hayan participado en delitos violentos o graves.

Luis de la Barreda, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal y miembro de la Comisión de Garantías formada por la Rectoría.

Lo primero que hay que hacer es ver una amnistía, soltar a todos los detenidos.

La segunda es que cuanto antes se inicie el Congreso resolutivo que reforme a la Universidad.

Rafael Ruiz Harrell, periodista y académico universitario.

Lo primero es una reforma al artículo tercero constitucional, en la que se haga extensivo el concepto de la educación gratuita pública hasta los últimos niveles de posgrado. Y que quede establecido el monto relativo en relación al Producto Interno Bruto o al Presupuesto de Egresos de la Federación para destinar a gastos en la educación.

La segunda es relativa a una reforma académica en la Universidad Nacional, en la cual se regulen y hagan mucho más estrictos los mecanismos de ingreso y de permanencia de los estudiantes en la institución.

La tercera es la del establecimiento de mecanismos operativos de vinculación con el sector productivo. En términos muy generales funcionaría a través de dos ejes fundamentales: un mecanismo de modernización de los planes y un proceso de configuración del perfil de los diseños curriculares en función de objetivos de política económica. Segundo, la incorporación de la investigación hecha en el país a las plantas productivas. Por ejemplo, en el caso de Corea, que es el más radical que conozco, es obligatorio para la iniciativa privada incorporar tecnología desarrollada en su país. El mecanismo más factible sería a nivel de estímulos fiscales, no sólo de exención, sino inclusive gravar a las empresas importadoras de tecnología.

Raúl Domínguez, investigador del Centro de Estudios sobre la Universidad (CESU) de la UNAM.

Si se llega a realizar un Congreso, que se retrasara para poder restablecer las relaciones entre los distintos grupos y distintas posturas. En este momento las relaciones entre los universitarios están desgastadas. Hay un clima de incomprensión y de intolerancia bastante notorio. Sobre todo se ve en las listas de discusión y en las asambleas que se han tenido. Propondría que el Congreso se volviera a replantear, y toda la comunidad participara realmente en su construcción.

Alejandra Vázquez, integrante de la Coordinadora de Estudiantes de Posgrado y Sedes de Investigación.

Liberar a todos los muchachos que hayan sido presos y que sean universitarios, incluidos los líderes.

Elaborar un Congreso plural, representativo, ajeno a los intereses extrauniversitarios, que devuelva a la Universidad el carácter de suprema casa de estudios del país y guía del desarrollo de la cultura mexicana.

Sealtiel Alatriste, escritor.

Libertad de los universitarios presos. La suspensión de todas las medidas que tienden a la privatización de la Universidad. Son las mismas que han generado esta tensión al interior de la Universidad, sin ellas no habría habido ningún conflicto. El fondo del conflicto está ahí y no debemos perder eso de vista.

La realización del Congreso Universitario para que entre todos los universitarios, y por medio de una mayoría calificada que obligue a las partes a ponerse de acuerdo y a lograr consensos se acuerde la reforma universitaria.

No puede haber...

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