Recortes, no austeridad

AutorMartha Martínez

Enun año de austeridad, con un presupuesto federal menor al de 2016, el gobierno, los poderes Legislativo y Judicial, los organismos autónomos y las empresas productivas del Estado seguirán gastando jugosas partidas en conceptos como gasolina, equipos de oficina, arrendamiento, sueldos y prestaciones de servidores públicos.

De acuerdo con el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2017 -que envió la Secretaría de Hacienda a la Cámara de Diputados-, las reducciones en algunos conceptos que conforman el gasto corriente quedaron desdibujadas ante los incrementos solicitados por el Congreso, el Poder Judicial, algunas paraestatales y órganos autónomos.

Según las proyecciones de gasto para el próximo año, el gobierno federal y el sector público alcanzarán ahorros por más de 19 mil millones de pesos; no obstante, solicitaron incrementos por más de 28 mil millones.

Los datos indican que el esfuerzo por racionalizar el gasto se concentró en conceptos cada vez más fiscalizados por la Auditoría Superior de la Federación; mientras que los incrementos se registraron en rubros menos vigilados.

Austeridad a medias

Para 2017, el Proyecto de Presupuesto de Egresos propone un recorte de 239 mil 700 millones de pesos, producto de la caída de la producción de Pemex y de los precios internacionales del petróleo.

Aunque esta reducción -que equivale a más de un punto porcentual del PIB- afectará el presupuesto en salud y la inversión, el gasto corriente del gobierno federal y del sector público seguirá creciendo en muchos de sus rubros.

Un análisis a 11 conceptos del gasto corriente -que representan más del 50 por ciento del total proyectado para el próximo año- indica que los recursos asignados al pago de sueldos y estímulos de servidores públicos, arrendamientos, equipos de oficina, combustible y viáticos sumarán más de un billón 130 mil millones de pesos en 2017; es decir, 10 mil millones de pesos más que este año.

El gasto aumentará en rubros como gasolina, alimentos, mobiliario de oficina y arrendamiento, en tanto que las reducciones se contemplan en publicidad oficial, viáticos, papelería y materiales de impresión y servicios básicos.

Un ejemplo: el gasto en comunicación social y publicidad del gobierno federal y del sector público cayó de 3 mil 743 millones en 2016 a 3 mil millones en 2017; mientras que el gasto en gasolina, lubricantes y aditivos aumentó de 103 mil millones a 124 mil millones de pesos.

El gobierno federal y los organismos autónomos son los que registrarán mayores ahorros, pues redujeron su gasto de operación en más de 16 mil millones de pesos.

En contraste, los poderes Legislativo y Judicial y las empresas productivas del Estado, como la Comisión Federal de Electricidad, incrementarán sus costos de operación en más de 20 mil millones de pesos.

Ejecutivo

Aunque en general el gobierno federal registra ahorros en sus gastos operativos, entre sus diversas dependencias hay excepciones. Destaca el caso de la Secretaría de Relaciones Exteriores, cuyo gasto corriente aumentó de 4 mil 700 millones de pesos en 2016, a 5 mil 353 millones en 2017.

El concepto de gasto corriente que más subirá en la Cancillería es el de servicios personales. Este año, la SRE tiene etiquetados 3 mil 970 millones de pesos para sueldos, prestaciones y estímulos de funcionarios públicos; para 2017, solicitó un presupuesto de 4 mil 747 millones.

La dependencia pidió este incremento a pesar de que no se le han conferido nuevas facultades que requieran la contratación de más personal.

La SRE también aumentó sus proyecciones de gasto en servicios de traslado y viáticos; es decir, boletos de avión y gastos de alimentación y transporte para servidores públicos que se encuentran de comisión. Los datos indican que...

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