El recuerdo de Morelos
| Autor | Arno Burkholder |
Historiador
Twitter: @clionautica
El 22 de diciembre de 1815, en San Cristóbal Ecatepec, murió fusilado el segundo gran caudillo de la independencia de México, José María Morelos y Pavón. Con su muerte, el movimiento insurgente entró en una etapa de detención de la que salió seis años después, cuando Agustín de Iturbide logró la separación de nuestro país de España. A pesar de no haber logrado la consumación de la independencia, Morelos se convirtió en un referente para todo el siglo XIX mexicano. La historia de ese cura proveniente de una familia con pocos recursos, que llegó a ser un gran militar que venció a lo más selecto de las tropas realistas y luego se convirtió en uno de los padres de nuestro republicanismo marcó a personajes fundamentales de nuestra historia como José María Luis Mora, Melchor Ocampo, Benito Juárez e Ignacio Manuel Altamirano.
Sin embargo, a 200 años de su muerte, Morelos parece una figura desvanecida, de la que los mexicanos conocemos poco. Recordamos más a Miguel Hidalgo, pues cada año el Presidente en turno toca la campana con la que el cura de Dolores comenzó su lucha. A Morelos lo identificamos más por su figura (moreno y con un paliacate en la cabeza) en lugar de saber sobre sus victorias militares (mayores que las de Hidalgo) y por sus ideas políticas; las cuales siguen vigentes a pesar de los años de distancia.
Morelos no es sólo el nombre de una calle, un billete o una estación del Metro; es una de las figuras históricas de las que deberíamos sentirnos orgullosos. Para Morelos, México no sólo debía separarse de España. Tenía que convertirse además en una nación formada por individuos con los mismos derechos, con un sistema educativo que sacara lo mejor de cada uno, y en la que los mejores ciudadanos formaran parte del Poder Legislativo que debía gobernarnos. Morelos fue el primero que creyó en que el republicanismo era el camino para terminar con la pobreza y la desigualdad que asolaban a este territorio. Morelos merece también nuestro recuerdo porque en su momento de mayor gloria; cuando pudo convertirse en el líder supremo de la rebelión insurgente y quizá en el primer gobernante de este país, ese cura proveniente de Michoacán prefirió asumir el humilde título de Siervo de la Nación.
José María Morelos nació en 1765 en Valladolid (hoy Morelia), una de las zonas más ricas del entonces Virreinato de la Nueva España. A diferencia de Miguel Hidalgo (criollo y con algún dinero), Morelos venía de una familia...
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