Recuperan audición
| Autor | Natalia Vitela |
El ruido producido por el motor de una motocicleta es como un susurro para quienes sufren sordera profunda. Pero las personas con esta discapacidad auditiva tienen la posibilidad de recurrir a un implante coclear, dispositivo electrónico que ayuda a recuperar la audición.
La sordera profunda es causada por daño en la cóclea, localizada en el oído interno, que está llena de líquido y alberga miles de receptores acústicos. La mayoría de las sorderas son congénitas, y en un 50 por ciento se desconocen las causas.
Lo que hace el implante es enviar las señales acústicas directamente al nervio auditivo, a diferencia de los auxiliares, que amplifican el sonido para que pueda percibirlo el oído.
Para ser implantados, los candidatos deben someterse a una serie de estudios anatómicos, psicológicos y audiológicos, entre otros, indica Salvador Castillo, médico especialista en audiología y otoneurología del Instituto Mexicano de la Audición y el Lenguaje (IMAL).
En algunos casos, los niños con sordera profunda que tienen malformaciones de cóclea no son candidatos. Lo mismo sucede con aquellos que se autoagreden a causa de enfermedades mentales y quienes tienen pérdida auditiva que puede ser mejorada con un auxiliar.
A tiempo
Colocar el implante antes de los 2 años de edad es ideal, porque con el transcurso de los años el cerebro va perdiendo la capacidad de adquirir una lengua materna, señala Castillo.
"Mientras más grande es un niño, menor oportunidad hay de que aprenda a hablar", puntualiza María Paz Berruecos, consejera general del IMAL, institución que contacta a los familiares del paciente con asociaciones que les pueden donar el implante, y tiene convenios con hospitales y médicos.
Sin embargo, precisa Castillo, en el País no hay una cultura de detección oportuna de la sordera, que puede ser diagnosticada desde que los niños nacen, pero en promedio se descubre después de los 2 años.
Castillo indica que los papás deben tener claro que el éxito del implante depende en un 50 por ciento del trabajo de los maestros que enseñan a hablar a los niños.
Berruecos agrega que si no acuden a clases para aprender a hablar, el beneficio del implante es nulo.
Una terapia de dos o tres horas al día no sirve, señala. Los niños necesitan inmersión en un programa auditivo oral intensivo con maestros especialistas que les ayuden a clarificar y discriminar los sonidos y a producir el lenguaje, puntualiza.
Las necesidades
En México cada año 2 mil niños requieren de este...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba