Tiempo de Negocios / A 2 años de su redimensionamiento, Serpaprosa en quiebra técnica; sus gastos la hunden

AutorDarío Celis Estrada

Poco o nada ha logrado Serpaprosa desde que los bancos accionistas emprendieran, hace dos años, lo que denominaron redimensionamiento de esta compañía, especializada en el traslado y custodia de valores.

De acuerdo con su estado de resultados, el año pasado la firma dirigida por Andrés Aymes registró una pérdida neta de 235 millones de pesos, cifra que implica un crecimiento significativo contra el 2003, cuando perdió 176 millones.

En el año 2000 experimentó su mayor pico, con una utilidad de 131 millones. Un año después ésta cayó a sólo 66 millones de pesos, pero al menos los números seguían siendo negros. A partir del 2003 se tiñeron de rojo.

Lo que hunde al Servicio Panamericano de Protección son sus excesivos gastos de operación, que para el año pasado anduvieron por los 3 mil 572 millones de pesos, versus ingresos totales en el mismo lapso por 3 mil 580 millones.

De tener la mayoría del mercado, Serpaprosa hoy posee un 30 por ciento. Para ayudarla a salir del atolladero, los bancos han elevado el precio de sus servicios en 7 por ciento, mientras que a la competencia sólo en 3 por ciento.

Aún así se han quedado rezagados frente al avance de otras empresas, como Tamane, Cometra, Grumer, Tecnoval, Bisa, Armstrong, Sissa y Seguritec. Se estima que hay unas 22 firmas en este rubro, que emplean a unas 30 mil personas.

Serpaprosa cerró en los últimos meses 18 sucursales. La pérdida de facturación ha caído en cerca del 50 por ciento, en parte por la competencia cada vez más cerrada, pero también por la tendencia a un menor uso de efectivo.

Por si todo lo anterior no fuera suficiente, no se ven visos de solución al litigio que mantienen con la SHCP. Y es que las huestes de Francisco Gil Díaz reclaman el pago de impuestos por unos 2 mil 500 millones de pesos.

El asunto tiene que ver con una vieja discusión sobre el régimen fiscal de la empresa. Serpaprosa exige el régimen de exención que se le da al resto de las compañías de autotransporte de carga.

A lo anterior agregue su estado irregular como empresa nacional que debería ser. La realidad es que es extranjera en un 86.89 por ciento, si atiende a que la mayoría de los accionistas son bancos que fueron comprados por internacionales.

Serpaprosa es 20.19 por ciento de Santander, de Marcos Martínez; 15 del Citibank, de Manuel Medina Mora; 11.08 del BBVA-Bancomer, de Jaime Guardiola; 10.8 del HSBC, de Sandy Flockhart; y 9.82 de Scotiabank, de Anatole Hahn Von.

A ello agregue otro 20 por ciento del...

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