Con refinería ...y sin gasolina

AutorJorge Escalante

Guanajuato vive una de sus mayores tragedias y paradojas. Cuenta con una instalación estratégica para el País, la refinería "Ing. Antonio M. Amor", ubicada en Salamanca, pero no tiene gasolina. Y lo que antes pudo ser riqueza le ha acarreado violencia que atemoriza a la población y contaminación que la enferma.

En los últimos años, pasó de ser una entidad modelo da un estado envuelto en la violencia por la disputa del robo de combustibles.

Entre 2016 y 2018, la economía de Guanajuato creció por encima de la media nacional, a un ritmo de entre 5 y 6.2 por ciento, debido a su ubicación geográfica que la conecta con los principales mercados y que permite proyectarla para 2020 como la próxima capital de la fabricación de autos en el País.

Sin embargo, la llegada de inversiones de Toyota, Pirelli, Mazda, Honda, Volkswagen y General Motors, comenzó a opacarse debido al robo de combustible que, además de las pérdidas millonarias, ha dejado miles de muertos.

Solo en 2018, un total de 3 mil 21 personas fueron asesinadas en la entidad en medio de esta confrontación entre grupos criminales.

Y en el combate anunciado por el gobierno contra ese flagelo vino la desgracia: el estado se quedó sin el insumo que producía, la gasolina. En 2018 se detectaron más de mil 600 tomas clandestinas en 22 puntos por donde atraviesan los ductos de Pemex, que comunican a la refinería de Salamanca con estados como Jalisco, Aguascalientes, Michoacán y Zacatecas.

La industria ilegal del robo de combustible se ha potenciado con la intervención de dos cárteles criminales locales que disputan el huachicol al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG): uno es el Cártel Santa Rosa de Lima, liderado por José Antonio Yepes de la Cruz, conocido como "El Marro", y "La Unión" que opera en la zona de León, San Francisco del Rincón y Purísima del Rincón.

El robo de combustible no es un fenómeno reciente en Guanajuato, pues desde el año 2001 se comenzaron a detectar las primeras tomas ilegales y desde entonces se ha señalado la colusión de trabajadores petroleros y funcionarios de Pemex con las bandas criminales.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador asegura que el 80 por ciento del robo de combustible se comete desde el interior de Pemex, mientras el 20 por ciento restante ocurre a través de ordeñas a ductos.

El Gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, reconoció que la industria ilegal del huachicol es la causante del 80 por ciento de los homicidios ocurridos en los...

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