REFLEXIONES / Prepárese para malos tiempos

AutorMauricio González

El titular de la SHCP declaró recientemente que "el País debe estar preparado para enfrentar una posible recesión económica".

Varios indicadores señalan que México camina en este sentido: el exiguo crecimiento de 0.2 por ciento del PIB del primer semestre de este año; la contracción del mercado interno, que en ese mismo periodo alcanzó aproximadamente 0.8 por ciento y pocos parecen haber notado; las caídas de la inversión en maquinaria y en construcción que no se detendrán pronto; y algunos primeros signos de la desaceleración manufacturera de EUA, que amenazan con reducir las exportaciones no petroleras.

La razón le asiste a Arturo Herrera y hace bien en señalar el peligro de la recesión, aunque cabe preguntarse: ¿Cómo se prepara un país para enfrentar este problema?

La nación se conforma, entre otros factores, por su población y su gobierno, por lo que a cada quien le corresponde tomar las medidas pertinentes.

La recesión que viene para México no es la primera ni será la última que enfrenten las familias del País. En los últimos cincuenta años el PIB se ha achicado en cinco ocasiones (1983, 1986, 1995, 2001 y 2009). Unas veces el descenso ha sido más profundo, como el de 5.3 por ciento hace una década, y otras más leve, como el de 0.4 por ciento en 2001.

En todos los casos, la economía de los hogares ha superado el problema en turno. La fórmula para ello implica sacrificios, que a la larga rinden: minimizar gastos; trabajar más horas; buscar fuentes de ingreso alternativas; pedir prestado; utilizar ahorros o una combinación de todo lo anterior.

Me parece que a la aseveración del Secretario de Hacienda le falta foco. El asunto no es cómo debe prepararse el País para una recesión futura, sino cómo lo hará el Gobierno del que él forma parte.

La política pública más común para contrarrestar las recesiones (que no necesariamente la correcta) es elevar los gastos gubernamentales y reducir los impuestos, incrementando con ello el déficit y la deuda pública.

Con su impericia y dogmatismo en el manejo de la política fiscal --manifestadas en su insistente discurso de austeridad--, AMLO se ha atado la soga al cuello para responder al encogimiento...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR