Refugios de inspiración

AutorAnaline Cedillo

Cada hacienda abierta al turismo en México tiene su encanto, pero todas invitan a revisitar el pasado, dejarse envolver por su historia, saborear platillos regionales y comulgar con la naturaleza.

Esta variante del turismo cultural, rural y gastronómico comenzó en el País hace más de una década, impulsada por gente apasionada por recuperar las tradiciones y darle un segundo aire a las fincas que en otros siglos fueron importantes centros de producción ganadera y agrícola, dice Sally Rangel, presidenta de la Asociación de Haciendas y Casas Rurales de Jalisco A.C., conformada en el año 2000.

Transformadas en hoteles, paradores turísticos o centros recreativos, las haciendas conservan su arquitectura original, pero ahora los espacios cumplen nuevos propósitos: las casas de los empleados de confianza se han convertido en suites, la vieja tienda de raya es ahora un spa o la casa principal se ha transformado en un restaurante.

Para los anfitriones en la mayoría de las haciendas, la máxima es hacer sentir a los huéspedes y visitantes como en su casa.

En general la decoración recupera antigüedades y cada rincón se viste de forma única. La experiencia es íntima y el servicio muy esmerado, ideal para quienes buscan momentos para contemplar los espacios amplios y conversar con la gente.

La gastronomía, de acuerdo con la experta, es otro gran detonador del turismo de haciendas.

No son pocas las fincas cuyos menús incorporan ingredientes producidos en el mismo sitio de manera orgánica, o donde las mayoras -como se conoce a las mujeres que han trabajado por mucho tiempo en las haciendas- siguen preparando las recetas que han sobrevivido por generaciones.

Por su carácter remoto y libre de distractores, las haciendas son las favoritas de quienes viajan en pareja, incluso algunas sólo reciben a este tipo de viajeros.

"Son lugares que te vuelven a conquistar por todo lo que se envuelve en sus hoteles", opina Rangel.

Otras están abiertas a la familia, sobre todo en verano, y muchas se presentan como opciones para pasar el día al aire libre en un ambiente campirano, pasear en bicicleta, admirar sus piezas de arte, pescar, visitar a los animales de la granja o dar recorridos en lancha en su propio lago.

Para inspirar la visita, a continuación presentamos nuestra selección de haciendas, con base en su prestigio y las vivencias que proponen.

Verdadera hacienda

Estas son algunas características que deben tener este tipo de inmuebles:

- Finca de más de 100 años

- Terreno de varias hectáreas

- Dedicada a la agricultura o la ganadería

- Con valor histórico renombrado

- Posee casa mayor (la del ex patrón y su familia)

- Cuenta con un núcleo de viviendas para los empleados

Campeche

HACIENDA UAYAMÓN

Recibe a los viajeros una majestuosa ceiba, considerada árbol sagrado por los mayas. Su sombra es reconfortante, invita a sentarse debajo tras una larga caminata e imprime al lugar un toque de misticismo.

Uayamón comenzó como un rancho ganadero en la última década del siglo 16 y aún conserva la estructura original de sus edificios. Los muros están tapizados de anécdotas: a finales del siglo 17 fue saqueada por el pirata Laurens de Graff; luego llegó a ser una de las haciendas más importantes del estado, también productora de maíz, azúcar y henequén. Hasta fue ocupada por tropas durante la Revolución.

Muchos años pasaron y la propiedad se fue deteriorando, hasta que a finales de la década de los 90 -junto con otras haciendas de la zona- fue adquirida por Roberto Hernández. El banquero emprendió un proyecto de restauración muy cuidadoso para transformar el sitio en un lujoso hotel que pertenece al portafolio Luxury Collection, de grupo Starwood y a la Fundación Haciendas del Mundo Maya A.C.

Consta de sólo 12 suites que ocupan las antiguas casas de los empleados de confianza de la hacienda y lo que fue el hospital. La decoración mezcla elementos de antaño y comodidades como aire acondicionado e internet inalámbrico gratuito. Por las noches el silencio es absoluto.

Los alimentos se sirven en el restaurante con vista al jardín, en el edificio principal de la hacienda. Pan recién horneado y preparaciones de la cocina campechana soufflé de yuca, salbutes, cazón al coco, queso relleno y crepas de cuitlacoche, confeccionadas con ingredientes orgánicos, conforman el menú.

En completa calma, los días transcurren entre la alberca al aire libre, paseos en bicicleta por el terreno y tratamientos en el spa.

Además de un exclusivo hotel, en los últimos años Hacienda Uayamón ha ganado popularidad como un destino de bodas, gracias a su capilla en ruinas rodeada de exuberante selva.

En ruta

Desde la hacienda, estos son algunos sitios para complementar la salida.

CAMPECHE

40 minutos en auto

La capital es Patrimonio Cultural de la Humanidad desde 1999. Visita el Fuerte de San Miguel, que exhibe una colección de piezas mayas.

ZONA ARQUEOLÓGICA DE EDZNÁ

45 minutos en auto

Esta antigua ciudad maya es reconocida por el Edificio de los Cinco Pisos. De jueves a domingo se desarrolla el espectáculo "La luz de los Itzáes".

CALAKMUL

4 horas 10 minutos en auto

La antigua ciudad maya y sus bosques tropicales protegidos fueron inscritos este año como Bien Mixto en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Guía práctica

CÓMO LLEGAR

Aeroméxico...

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