Regalo de la lluvia

AutorAlejandro Dungla

Encharcamientos y tráfico no son lo único que trae consigo la temporada de lluvias.

Es, precisamente, cuando las nubes están más cargadas de agua que hacen su aparición triunfal en los mercados los hongos comestibles, regalo de los bosques que rodean la urbe.

"Puedes encontrarlos en el mercado de mayo a septiembre.

Los precios varian según la cantidad que se consiga: es oferta y demanda, pero en julio y agosto es cuando hay más.

"Ahorita tenemos patita de pájaro, trompeta, clavito y oreja; los traen del monte en el Estado de México", describe Juan Carlos Martínez, comerciante de La Merced.

Los hongos son parte esencial de la diversidad biológica de los bosques.

Se estima que en México existen más de 100 mil especies, 205 se reconocen como comestibles y, aproximadamente, la mitad de ellas se comercializa en los mercados del centro de México.

"Muchos nos referimos a agosto como 'hongosto', por ser el mes en que más hay.

Los hongos son parte de nuestra cultura culinaria; se usaban desde tiempos prehispánicos en diferentes ritos y como parte de la dieta y todavía lo son entre las culturas náhuatl y otomí que habitan las zonas boscosas del Estado de México", señala Édgar Núñez, chef de Sud 777.

Es gracias a la relación de grupos indígenas, como nahuas, mixtecos, zapotecos, otomíes y mazahuas, con los bosques y su entorno que nosotros podemos disfrutar un buen plato de hongos.

Sus recolectores, conocidos como hongueros, saben distinguir especies tóxicas de comestibles y su momento ideal de...

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