En El Cibercafé/ Las reglas del juego
| Autor | Humberto Vela del Bosque |
Este nuevo mundo digital es amplio, es enorme. Las nuevas tecnologías están permeando todos los sectores de nuestra sociedad, han (¿hemos, Kemo Sabe?) construido una -la única aldea global de la historia de nuestra comunidad.
Entonces, ¿cuáles son y quién escribió las reglas del juego, de este juego? Yo, que siempre he sostenido que la Internet es más que nada una herramienta poderosa para hacernos mejores seres humanos, debo de reconocer que nunca he escrito sobre su lado obscuro.
Y es que la Red nos puede conducir a la gloria o al infierno; sirve, pero también daña, contamina, prostituye.
Y yo, que me considero liberal en la mayoría de los sentidos debo de reconocer que, como escribió la editorialista Carolina López, cuya ideología y algunos de sus valores no suscribo ni comparto, tiene razón en parte cuando menciona que la Internet "por desgracia ha caído en manos de mentes enfermas y sin escrúpulos que se han dedicado a promover la violencia, el odio y la pornografía a través de este medio".
La señora López, editorialista de esta empresa periodística, nos alerta, desde un punto de vista eminentemente católico -y por ende respetable, pero limitado que "los obispos católicos de Estados Unidos publicaron un documento titulado Tu familia y el ciberespacio, en donde alertan a la gente de los peligros a los que están expuestos niños y jóvenes al 'navegar' en las aguas de Internet".
Estoy de acuerdo en cuanto a los peligros; soy padre de una adolescente súper inquieta y que desde temprana edad tuvo acceso pleno a la Red -y a libros, cuadros, discos, películas, series televisivas, esculturas, ciudades, culturas diferentes y por ende hemos estado y lo estamos arriesgando a que pueda, o a la mejor ya lo ha hecho "atravesar un basurero de desperdicios tóxicos".
Pero ¿las recetas propuestas por la curia católica exime a nuestros hijos no sólo de atravesarlos, sino además de mancharse en el camino? Veámoslas:
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Las reglas que tú vives en el mundo real se aplican a Internet: si tú les dices a tus hijos que no hablen con personas extrañas, lo mismo se aplica a la Red. Pregúntales con quién se han conectado cuando navegan, escúchales cuando hablan o chatean, manténte cerca.
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Si es posible, contrata un proveedor que excluya material inapropiado de los ordenadores, así tus hijos no tendrán acceso a él; o que tengan algunos instrumentos de control para restringir los chateos, o instala un filtro informático como Cyber Patrol, CyberSitter, Net Nanny...
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