Desde el reino mágico
| Autor | Tania Cacique |
Con la receta de un pastel de elote casero en su memoria y el sueño americano en sus manos, Jorge Sotelo cruzó hace más de 15 años la frontera norte del País. Llegó a Estados Unidos como un indocumentado más y ahora es el repostero ejecutivo del Disney's Grand Californian Hotel.
Oriundo de Ocotlán, Jalisco, consiguió empleo en un hotel de la ciudad de Irvine como lavaplatos, y la ausencia de un pastelero le hizo probar su suerte en la repostería.
"Me llamaron para asistir a un chef francés, yo no sabía nada de inglés ni de pastelería. Al día siguiente me dieron un puesto de pastelero.
"Cuando me desanimaba, el chef me decía: 'yo no sé, tienes algo en tus manos y vas a salir adelante'", cuenta Sotelo.
Al acercarse a otros restaurantes, la falta de papeles y de estudios sólo le permitieron obtener un trabajo de medio tiempo en un restaurante italiano, al que le siguieron ocho meses de desempleo y la llegada de su segundo hijo.
"Cada que hablaba con mi papá era triste porque me decía: 'Hijo, ya vente, aunque sea comeremos frijolitos, pero estaremos juntos'", recuerda.
A pesar de los requisitos, Sotelo buscó una oportunidad en una vacante de pastelero en The Pan Pacific Hotel.
"Presenté una figurita de chocolate de un chef parado con unos bigotes como los de Pancho Villa, un flan de vainilla, pasteles de chocolate y frutas, y uno de elote, receta especial de mi tía de Ocotlán. Éste último les encantó y me dieron el empleo", platica.
Por su cercanía con Disneylandia, el hotel fue adquirido meses después y se modificó al estilo del parque de diversiones.
"Llegué a mi casa gritando que sería el chef de Disneylandia y que mis tarjetas de presentación tendrían impreso a Mickey Mouse", dice.
Sotelo fue enviado a estudiar al Orange Coast College y a Chicago, donde aprendió el arte de la repostería francesa, y después lo mandaron a la Escuela Internacional de Confitería en Maryland, entre otras.
Para Sotelo uno de los desafíos es el momento del postre porque un 80 por ciento de los que van a un restaurante no tienen pensado pedir uno.
"El momento en que alguien ordena alguno, se convierte en un instante mágico para mí, más allá del sabor también cuido la presentación.
"Me gusta que los postres que preparo sean ricos, delicados, nutritivos y poco abultados, porque no me gusta que las personas se sientan empalagadas tan sólo con observarlos", comenta.
Alta categoría
Con la apertura del Disney's Grand California Hotel, Sotelo fue nombrado repostero...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba