Al Tercio/ El rejoneador hambriento

AutorJosé Luis Ornelas

En la segunda década del siglo pasado, un rejoneador cuya brillantez emanaba de su excentricidad llamaba la atención del público. Vestía en forma singular y era contratado por las empresas, viviendo del toro pero sin llegar nunca a figura. El atractivo principal en sus actuaciones era su desparpajo y las locuras que se le ocurrían para mostrarla frente a los toros. Estar en su compañía, dicen quienes le conocieron, era agradable y divertido. Su nombre pocos lo conocían, pero su apodo era muy popular, todos le llamaban "El Papúss".

Pero su vida previa al rejoneo fue insólita. Incansable viajero recorrió toda Europa visitando desde el pueblo más recóndito hasta las grandes capitales. Para ganarse la vida poco sabía hacer, pero ese poco, lo hacía muy bien. Ironía de ironías: para ganarse el pan de cada día, lo dejaba de comer.

Sí, el tal "Papúss" se encerraba en una urna de cristal bien...

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