Remedio natural
| Autor | Yarek Gayosso |
Gordolobo para la tos, borraja para la fiebre, hierbabuena para la digestión y magnolia para el dolor de cabeza son plantas medicinales que perduran en la mente colectiva y que sus beneficios han pasado de generación en generación.
El uso de las plantas medicinales se remonta a la época prehistórica en la mayoría de las culturas conocidas y sus grandes aportes han trascendido al tiempo.
"Las plantas medicinales sirven para curar diferentes padecimientos. Hay diversas plantas para todos los sistemas del cuerpo humano. Se pueden curar padecimientos frecuentes como tos, gripa, diarrea, dolores de estómago, problemas ginecológicos, dolencia de huesos, y en el uso de las platas medicinales es primordial hacer un buen diagnóstico para dar la planta adecuada", explica Sofía Díaz, médico tradicional y presidenta de Mayahuelcalli A.C.
"La mayoría de la gente sabe sus síntomas o tocando a la persona, preguntando qué siente y ahí sale el diagnóstico de la persona. Muchos no sólo son padecimientos físicos también son padecimientos emocionales y también hay plantas para el sistema nervioso".
La combinación de plantas medicinales ayuda a padecimientos crónicos y persistentes en una persona.
"Es indispensable meter de siete hasta nueve plantas medicinales, se hace una mezcla de diferentes plantas ya sea para un padecimiento frío o por calor. Se recomienda en diferentes formas, una es en té, en baños, inhaladas, las compresas, las cataplasmas y los fomentos", agrega Díaz.
Aunque varias personas tengan un mismo padecimiento, aclara la especialista, la planta recetada puede ser distinta debido a la complexión y el temperamento de cada individuo.
"El contacto con la planta es saber cómo nos comunicamos con la naturaleza, los que trabajamos con plantas medicinales salimos, observamos y vemos qué planta vamos a usar para el paciente, no vamos a recetar la misma planta a todas las personas.
"La forma de uso depende de nuestra intuición al momento de hacer la receta, se requiere de estar en contacto con la intuición y, para estar en contacto con ella, hay que tener la mente muy despierta, estar en contacto con los seres que nos acompañan todos los días y la energía del dador de la vida, nuestro espíritu interno nos guía", apunta Díaz.
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