Rescatan historia de guerrillero

AutorRafael Aviña

Género menospreciado hasta la exageración, el documental se ha convertido en una opción inquietante e inteligente en medio de las trilladas convenciones de un cine de fórmula comercial.

En ese sentido, La guerrilla y la esperanza (México, 2005), dirigida por Gerardo Tort y que se exhibe hoy en la Cineteca, rebasa los límites del formato televisivo para transgredir uno de los asuntos menos explorados por la historia nacional, la llamada "Guerra sucia" en los años 70 y, en particular, la figura del profesor rural y líder guerrillero guerrerense Lucio Cabañas Barrientos, asesinado en 1974, luego del secuestro del Gobernador Rubén Figueroa.

A diferencia de películas como Los tres caballeros, Acapulco, Pepe o Fiesta en Acapulco, que ofrecieron una imagen amable y escapista del puerto de Acapulco y el estado guerrerense como sinónimo de exotismo, placer y aventura, Tort y su guionista, Marina Stavenhagen, a su vez productora y autora de la investigación documental del filme, han intentado mostrar en La guerrilla y la esperanza el otro rostro del estado: el de la opulencia y el despilfarro contra el de la miseria, la injusticia, la corrupción, el abuso de poder, la intimidación, la exclusión social y la muerte, como lo hace también Mirando hacia adentro: la militarización en Guerrero (2005), documental de Carlos Pérez Rojas, alejado totalmente de la ingenuidad de un Félix Salgado Macedonio que debutaba como estrella y guionista en Guerrero (2001), de Benjamín Escamilla.

De una actualidad y vigencia sorprendente para los tiempos que corren, el documental ofrece un hábil montaje de imágenes en el que caben algunas ya muy conocidas, como las de...

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