Al rescate de la imaginación

AutorDr. Benito Naranjo

Gracias a Dios y a mi profesión, soy jardinero, todos los días voy a cuidar el vivero que tengo en Xochimilco, un espacio de la gran Ciudad de México donde todavía es posible disfrutar de la naturaleza.

Alrededor de "El Jardín Secreto ", así se llama mi vivero, no hay grandes edificios ni estaciones del metro, sólo casas pequeñas habitadas por personas que parecen pobres porque no tienen dinero, pero son muy ricas porque todavía conocen el valor de la amistad, la sonrisa y la ayuda a los demás.

Es verdad que el asfalto ya rodea mi gran jardín, pero dentro de sus paredes habitan incontables plantas, majestuosos árboles y parlanchinas aves silvestres. Además de mis gallinas, algunos gatos vagabundos y hasta una pata viuda, pero contenta.

Aunque no lo creas, en "El Jardín Secreto "no hay tele, radio, teléfono, ni computadora. No necesito nada de esto porque para hacer mi trabajo bastan una podadora, tijeras, largas mangueras y otras herramientas de jardinería.

Con frecuencia, visitan el vivero los hijos de mis parientes o amigos. Son niños acostumbrados a pasar largas horas frente a la televisión, ensimismados en sus videojuegos o en deslumbrantes sitios de internet. Saturados de imágenes y sonidos prefabricados, se nota que no han desarrollado una de las facultades humanas por excelencia: la imaginación.

Cuando llegan los pequeños, su imaginación empieza a volar. Muy pronto se olvidan de sus gameboys y me bombardean con todo tipo de preguntas: ¿De dónde vienen esos pajaritos?, ¿por qué la pata "habla "distinto de las gallinas?, ¿qué chiste tiene ver crecer una planta?, ¿por qué usas sombrero?. . . Al vivir por unas horas en contacto directo con la naturaleza y sus prodigios, los pequeños pasan muy pronto de la realidad a la fantasía; hay uno, Rodrigo, que dice ser el rey del universo y asegura que todos los animales del jardín, desde las lagartijas hasta mi perro Kirk, obedecen sus órdenes.

Después de muchos años de escuchar a los niños, creo que en este mundo de alta tecnología, a los papás les convendría desenchufar con más frecuencia los aparatos electrodomésticos e invertir más tiempo en ver crecer a sus hijos y compartir su radiante ingenuidad. Vale la pena hacer la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR