Empresa/ Rescoldos

AutorAlberto Barranco Chavarría

A la callada, en los últimos días del Gobierno que se fue, el Fideicomiso Liquidador de Instituciones Financieras del Gobierno Federal (Fideliq), instrumentado como el Fobaproa para la banca de desarrollo, colocó un lote de los créditos en cartera vencida que arrastra desde 1993 la instancia financiera.

La operación resultó la más ruinosa de todas las realizadas a partir del rescate de los bancos públicos y privados: 4.5 centavos por cada peso.

La marca la detentaba el Banco Inverlat/Nueva Escocia, quien el año pasado subastó préstamos hipotecarios en 13 centavos... por más que en este caso el precio incluía el monto original de la deuda más los intereses acumulados, y en el anterior sólo el saldo bruto.

La paradoja del caso es que el comprador resultó... Nacional Financiera.

La intermediaria recibió documentos que acreditan préstamos por un global de mil 200 millones de pesos, a cambio de 100... que se liquidarán finalmente cuando el comprador pueda a su vez revender la mercancía.

Digamos que la operación se pactó a vistas, con el aval de pagarés endosados a la Tesorería de la Federación.

La idea, por absurdo que parezca, es que Nacional Financiera pudiera realizar algún negocio... que le permitiera recuperar al menos parte de los intereses originalmente pactados al traspasar los préstamos al Fideicomiso de Recuperación de Cartera (Fiderca), en afán de evitar su quiebra.

Suponiendo, pues, que llegara el milagro de que pudiera colocarse el lote en 150 millones de pesos, 100 serían para amortizar los papeles en prenda, 30 para cubrir los impuestos reclamados, y los 20 restantes se dividirían entre las partes, es decir mitad para el Fideliq y mitad para el banco de desarrollo.

Naturalmente, la pérdida al calce tras la exitosa operación, es decir, mil 50 millones de pesos, sería con cargo a todos los mexicanos.

Y conste que lo adquirido por Nafin representa apenas un mínima parte de la herencia de la administración de Espinosa Villarreal, en cuya era se sumó una alocada feria de préstamos sin sentido ni sustento otorgados vía intermediarias financieras no bancarias, con énfasis en Uniones de Crédito, creadas al vapor sin respaldo jurídico o estructural alguno.

Golpeados severamente los estados financieros de la intermediaria ante la magnitud del alud, el Gobierno se sacó de la manga en 1996 la posibilidad de una administración alterna ajena de la cartera, vía un fideicomiso fincado al interior de la instancia.

Estamos hablando del Fiderca.

Al...

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