Respeten sus derechos

AutorGeorgina Montalvo

¿Les grita a sus hijos?, ¿les pega?, ¿a veces quisiera correrlos de la casa?, ¿pocas veces toma en cuenta lo que dicen? Si a alguna de estas preguntas contestó de manera afirmativa, puede considerarse parte del grupo al que el bienestar de los niños no le interesa, quizá porque desconoce la existencia de la Convención sobre los Derechos de los Niños, creada en 1989 y firmada por los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), entre ellos México.

Esta es una buena oportunidad para conocer este documento de 54 artículos en los que se considera niños a todos los menores de 18 años y se pide a los gobiernos que lo firman crear las condiciones necesarias para el sano desarrollo de los infantes.

Lo primero que debe saber es que los derechos los debe garantizar el Gobierno mexicano, es decir, todas las instituciones que lo conforman deben hacer lo necesario para que la población infantil crezca feliz.

A los padres lo que les toca es conocer estos derechos, compartirlos con sus hijos y cuando no se cumplen, reclamar al Gobierno que lo haga.

"Debemos diferenciar la garantía de los derechos de las pautas de crianza, que sí les corresponde a los padres establecerlas", explica Juan Martín Pérez García, director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM).

Crianza y derechos

Las pautas de crianza son de orden cultural, tienen que ver con cómo se van transmitiendo los saberes y valores a los niños dentro de la familia, aclara el experto en derechos de la infancia.

"El hecho de que padres y madres transmitan cotidianamente valores como equidad, respeto, cuidado del medio ambiente, respeto a la legalidad, hace que los niños incorporen los insumos básicos para que después demanden y promuevan sus derechos", asegura Pérez García.

Respecto a los derechos, la misma Convención, en su artículo 28 establece que se tiene que apoyar a los padres cuando éstos no pueden tener las condiciones para garantizar que niños y niñas ejerzan sus derechos.

A veces, muchas familias no tienen recursos económicos o las condiciones para proteger a los niños, entonces también le corresponde al Gobierno apoyar a padres y madres para que tengan un mejor empleo, darles seguridad social y opciones para dejar a sus hijos en sitios seguros cuando ellos no pueden cuidarlos la mayor parte del tiempo.

Actitudes, no discursos

Los adultos, advierte Pérez García, tienen un desafío: enseñar con el ejemplo. Si los niños ven en casa que los adultos resuelven sus problemas sin gritos, hablando y respetando los puntos de vista de los otros, asumirán que así es la forma de vida y naturalmente actuarán de la misma forma.

De nada sirve decirle a un niño "no te pelees" cuando observa que papá y mamá sí lo hacen.

"El esfuerzo lo deben hacer los adultos, ellos siempre deben esforzarse por usar un lenguaje concreto y claro al explicarles cosas a los niños, no...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR