Regulación responsable: la apuesta de Uruguay

AutorLisa Sánchez

En septiembre de 2012 el Poder Ejecutivo en Uruguay, bajo el liderazgo del presidente José Mujica, presentó al Congreso una propuesta de ley para regular legalmente el cannabis. Figurando como una más de una serie de acciones para mejorar la seguridad y la convivencia entre las y los uruguayos, la propuesta de Mujica fue la primera en que un gobierno nacional apoyaba formalmente el establecimiento de un mercado de cannabis legalmente regulado para fines no médicos ni científicos.

Los objetivos centrales de la ley fueron, desde el inicio, la separación del mercado de cannabis de otros mercados de drogas, la reducción de los riesgos y daños asociados a la prohibición de la sustancia ilegal más ampliamente consumida en el país y el abordaje efectivo de los retos de salud pública asociados al abuso de drogas, particularmente de pasta base de cocaína.

Es importante mencionar que, contrario a lo que podría pensarse, la vanguardista medida nunca pretendió erigirse como una acción aislada ni se planteó como una solución mágica gracias a la cual el gobierno borraría de un plumazo el abuso de drogas, el narcomenudeo o la inseguridad. Por el contrario, la regulación de la mariguana figuró desde siempre dentro de una estrategia mucho más amplia cuyo fin último es el abordaje pragmático e integral del fenómeno drogas, la atención de las causas y consecuencias del consumo problemático de sustancias, la restauración de la primacía de la salud pública por encima de la justicia penal y la reorientación de los esfuerzos de seguridad que, dicho sea de paso, nunca ha significado la capitulación en la lucha contra el narcotráfico.

A diferencia de otras iniciativas -como aquellas aprobadas en los estados de Washington y Colorado en Estados Unidos-, el proyecto uruguayo defiende un esquema regulatorio de fuerte presencia estatal capaz de establecer controles efectivos sobre la importación, exportación, plantación, cultivo, cosecha, producción, adquisición, almacenamiento, comercialización y distribución del cannabis y sus derivados.

De manera particular, la "Ley de Regulación y Control del Cannabis y sus Derivados", votada en la Cámara de Representantes el 31 de julio de 2013, establece:

· El otorgamiento de permisos para la producción, el abastecimiento personal y la comercialización de cannabis psicoactivo para fines no médicos ni científicos -a través del Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCCA).

· La venta mensual de hasta 40 gramos de cannabis...

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