Resurge fraude en Judicatura

AutorVíctor Fuentes C.

El 16 de abril de 1998, Ignacio Murguía Gutiérrez entró en el cuartel general de la Policía Judicial Federal y pidió ser aprehendido y consignado al Reclusorio Oriente.

"Sí hay orden para reaprehenderlo", respondió el agente de guardia luego de revisar los registros en su computadora. "Pero no lo podemos detener aquí, hay que capturarlo en la calle".

Como Murguía no estaba en la calle, no hubo captura. Pero la situación de incertidumbre se había convertido ya en rutina para el joven abogado, entonces de 39 años. Del Juzgado Federal en el Reclusorio, a donde voluntariamente se había presentado para ponerse a disposición, lo habían enviado al edificio de la Policía Judicial Federal (PJF) en Jaime Nunó, pero a nadie parecía interesarle perder el tiempo en detenerlo.

Dos años antes, Murguía había sido el primer funcionario del recién creado Consejo de la Judicatura Federal (CJF) acusado de un delito. Como director de Recursos Materiales y Servicios Generales se le señaló a él y a otras seis personas por la compra ilegal de papel stock para computadora por 365 mil pesos.

Ahora, en las últimas semanas, el caso ha revivido. El supuesto fraude contra el CJF, único registrado en la historia de este órgano dedicado a administrar el Poder Judicial Federal, está resultando en nuevas aprehensiones y ha adquirido tintes de surrealismo jurídico.

Manuel Fuentes Lara, ex coordinador administrativo, fue detenido el pasado 6 de febrero, mientras que Luis Eduardo Mar Navarro, ex director de Servicios Generales, ingresó a prisión el sábado 6 de mayo.

La lista de detalles inexplicables es larga, de acuerdo con los documentos de la causa penal 84/96 del Juzgado Cuarto de Distrito.

A partir del 22 de abril de 1997, por orden de la entonces Juez federal Irma Rivero Ortiz, existía un mandato de reaprehensión contra Murguía, Mar Navarro y Fuentes Lara porque se negaron a ser fichados.

Sin embargo, los tres siguieron su vida normal. Se presentaban cada semana al Juzgado para firmar el libro de procesados, nunca huyeron y desarrollaron diversas actividades profesionales. No fueron molestados durante tres años, hasta que Fuentes Lara fue detenido en un operativo de la PJF.

Los tres comparecieron ante el Juzgado desde 1996, y obtuvieron su libertad bajo caución, ya que los delitos de ejercicio abusivo del servicio público y uso indebido de atribuciones y facultades no son graves. Sin embargo, el problema fue por la cuestión del fichaje. Los acusados perdieron el amparo...

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