Revoluciona la psicología

AutorAdán Tamariz

No importa si debe transformarse en soldado, vendedor de piña, actor ganador del Óscar o hasta en un chivo, "El Improanalista" puede hacerlo sin necesidad de un guión.

Carlos Dávila, estudiante de último semestre de Psicología en la Universidad Iberoamericana, fusiona, desde noviembre del año pasado, su carrera con una de sus pasiones: la improvisación teatral.

"No existe un guión. La improvisación es una técnica de espontaneidad. Se generan historias desde la nada, haciendo del error una oportunidad", cuenta Dávila.

El show comienza sin "El Improanalista", pues son los asistentes quienes en cuanto llegan deben escribir su nombre y el título de su último sueño en una papeleta que luego depositan en una pecera de cristal. Ello, dice el universitario, es para crear el "consciente colectivo" y definir el guión del espectáculo.

"Un día iba manejando, iba muy concentrado en cómo podía fusionar estos conceptos. Curiosamente lo primero que se me ocurrió fue el título. Desde ahí me pregunté cómo sería una sesión de improanálisis", explica.

Fondo blanco en el escenario, luz tenue, un diván rojo, un perchero y una planta; además de un asistente y un músico que se vale de armónica, guitarra y otros instrumentos de aire, acompañan al estudiante de 23 años, quien viste zapatos de charol, tirantes y moño color plateado y una camisa blanca y pantalón negro.

"Es un experimento: en...

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