Rezaga México actualización del amparo

AutorVíctor Fuentes

Tan mexicano como el tequila o el mariachi, presumido por los abogados nacionales como el mayor orgullo de nuestro derecho, el juicio de amparo se ha quedado atrás respecto de otros países que lo han ampliado para que sea posible impugnar actos de particulares, no solo de autoridades.

El amparo en México fue diseñado desde el siglo XIX para que los ciudadanos puedan combatir los actos de autoridad o las leyes que puedan ser contrarios a la Constitución. Y en eso se ha quedado.

Sin embargo, en los últimos años 16 países de América Latina, Europa y Asia, han reformado figuras jurídicas similares al amparo para que también se puedan impugnar actos de particulares como las asociaciones civiles que ejercen funciones similares a las de una autoridad y pueden afectar derechos fundamentales.

Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay, Perú, Uruguay, España y Alemania están entre las naciones que ya permiten el amparo contra particulares, mientras que Colombia, Costa Rica, Ecuador y Guatemala también lo contemplan, pero con ciertas restricciones.

La Suprema Corte de Justicia sostuvo en abril pasado un intenso debate sobre el tema -que pasó desapercibido para la opinión pública- en el que se resolvió por 7 votos contra 3 que no procede al amparo contra actos de la Barra Mexicana-Colegio de Abogados, que es una asociación civil.

El amparo fue promovido por el Leonel Péreznieto, un ex comisionado de la Cofeco, que fue suspendido seis meses en sus derechos como integrante de la BMA por haber fungido como perito y abogado de una de las partes en el mismo asunto.

La minoría, integrada por los ministros Arturo Zaldívar, José Ramón Cossío y Olga Sánchez Cordero insistió en que debe ampliarse la perspectiva sobre los alcances del amparo.

"Si decimos que estamos a favor de una mayor protección de los derechos fundamentales, me parece que es elemental modernizar cuando tenemos la oportunidad, como hoy, el juicio que protege esos derechos fundamentales", dijo Zaldívar.

La mayoría externó que la pertenencia a una asociación civil como la BMA es voluntaria, que el colegio solo aplica sus estatutos propios y no alguna ley, y que Péreznieto puede demandar por la vía civil a la barra para cuestionar la sanción y exigir una reparación por el daño a su prestigio.

Algunos tribunales han admitido amparos contra actos de asociaciones civiles como la Confederación Deportiva Mexicana, pero ésta recibe recursos públicos, aplica la ley y puede impedir a una federación o atleta el...

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