Rincón Taurino/ Emociona García Méndez

AutorJosé Luis Ornelas y Guillermo Leal

El joven tlaxcalteca Carlos García Méndez ha tenido una gran tarde en la plaza México, que le llega en inmejorable momento ante su inminente alternativa. Sabía por lo que venía y lo conquistó, destapando la esencia de su buen toreo.

A su primero lo ha toreado con clase y largueza, pero como el novillo no transmitía, abrevió se faena, no así el trance de muerte del novillo al grado de escuchar un aviso.

Al primer instante entendió la calidad del cuarto novillo y se dio a torear, sí, a torear con largueza, con temple, con imaginación. Por el lado derecho el primer esbozo con sentidos muletazos que presagiaban faena grande. Cuando se cambia la muleta a la izquierda, la inspiración ya le desbordaba. Cada tanda era rematada con un afarolado, ligando al unísono el de pecho. Toreo en redondo por ambos lados, cambios de mano con artística sincronía, el "circurret" hasta en tres ocasiones, la faena en plenitud y el público entregado. Era el momento justo de entrar a matar y así lo entendió el emocionado diestro. Algunos, cayendo en el exceso, solicitaron el indulto para el novillo y el novillero se contagió del entusiasmo hasta pretender intimidar la decisión del juez con miradas retadoras. Como debía ser, mata de un estoconazo y al doblar el magnífico astado tras su brava pelea contra la muerte, el novillero rompe en llanto al no saber como asimilar semejante triunfo. Le son concedidas las dos orejas y junto con el ganadero da la más feliz de sus vueltas al ruedo.

Manolo Lizardo ha puesto todo su empeño por responder al triunfo de su alternante y ha realizado al quinto un trasteo dramático al ser alcanzado por un novillo que se defiende y tira cornadas, asestándole una en el muslo izquierdo. Herido en la carne y en el orgullo, el valiente novillero se queda en el ruedo y amén a su desmedido valor, vuelve a ser cogido de fea manera. Acaba la angustia cuando culmina su labor de pinchazo y estocada, para agradecer en el tercio antes de retirarse a la enfermería con el honor...

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