Rinden homenaje a la paleta

AutorArgelia Castillo

En el noroeste de Michoacán, entre Tingüindín y Los Reyes, se encuentra Tocumbo, a cuya entrada el visitante descubre una obra escultórica singular: el Monumento de la Paleta.

A diferencia de otras localidades del País, donde se levantan estatuas conmemorativas de personajes o acontecimientos históricos, en esta población el sitio de honor corresponde a una representación del dulce y congelado producto, que tanta celebridad y bienestar económico ha traído a sus habitantes.

El inusual monumento, diseñado por los arquitectos Graciela Carabes Andrade y Javier Sánchez Organista, ostenta una enorme paleta rosa que está atravesada por un barquillo con una bola de nieve cubierta, a su vez, de un sinfín de multicolores paletas y helados.

Tocumbo, que es también la cabecera del municipio homónimo, el cual se extiende hasta los límites con Jalisco, es un poblado cálido, no sólo por su clima sino también porque invita a pasear por su agradable plaza.

Ahí, en torno de un sencillo quiosco, hay numerosos árboles y jardineras con floridas buganvillas (conocidas localmente como "camelinas"), que contribuyen al ambiente de apacibilidad prevaleciente.

En un extremo de la plaza, limpia y bien cuidada, se alza una edificación contrastante con el resto de las construcciones, a base de techos de vigas y tejas, de los tradicionales portales.

Se trata de la iglesia parroquial erigida en 1986, según el audaz proyecto modernista del prestigiado arquitecto Pedro Ramírez Vázquez.

El estilo y la relevancia de este templo refieren sin duda el próspero pasado reciente de Tocumbo, palabra derivada de la voz indígena jugcumba o tuhcumbo, que significa "pinabete".

En tiempos prehispánicos, este lugar estuvo habitado por la tribu tequecha, la cual fue incorporada al imperio tarasco, que sería conquistado por Cristóbal de Olid, un capitán de Cortés. En el virreinato, sus tierras integraron una gran hacienda, la cual estuvo mucho tiempo en manos de los jesuitas. Durante el siglo 19, fue escenario de una gesta heroica, conducida por el General Pueblita, que impidió el avance de las tropas intervencionistas francesas en la región. No fue hasta 1930 que adquirió el rango de municipio.

En la actualidad, llama la atención del viajero un comercio ubicado en una esquina de la Plaza La Flor de Tocumbo, sitio donde se venden las paletas, nieves, helados y aguas de frutas que han dado fama al poblado.

Las opciones en materia de sabores, tanto de agua como de crema, parecen...

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