Rioja: Inspiración en cada descorche
| Autor | Teresa Rodríguez |
ENVIADA
RIOJA, España.- El horizonte regala a la vista un paisaje tupido de viñas; los anaranjados, ocres y amarillos se apoderan de las hojas en una especie de pintura impresionista.
La vendimia está por terminar; en cada bodega -grande o pequeña- los aromas y el agitado ritmo de trabajo dan certeza de que la fermentación está en su apogeo.
Y mientras las levaduras se dan tremendo festín dentro de los tanques, los enófilos se dejan seducir por esta tierra llena de tradiciones, postales y joyas arquitectónicas.
EN EL MAPA
MARQUÉS DE RISCAL
Calle de la Torre 1, Elciego, Álava, (+34) 945-180-888
Reserva imprescindible:
reservas.marquesderiscal@luxurycollection.com
Instagram: @marquesderiscal
R. LÓPEZ HEREDIA VIÑA TONDONIA
Av. de Vizcaya 3, Haro, (+34) 941-310-244
Reserva imprescindible:
bodega@lopezdeheredia.com
Instagram: @lopezdeherediaoficial
BAIGORRI
Carretera Vitoria-Logroño Km 53, Samaniego, Álava, (+34) 945-609-407
Reservas:
mail@bodegasbaigorri.com
Instagram: @bodegasbaigorri
VIVANCO
Carretera Nacional 232, Briones, (+34) 941-322-323
Reservas:
vivancoculturadevino.es
Instagram: @vivancoculturadevino
MARQUÉS DE RISCAL
Un referente de Rioja. Marqués de Riscal y su Ciudad del Vino tienen el combo completo: herencia y tradición entrelazados con vanguardia y lujo.
Hace exactamente 12 años que esta bodega inauguró su hotel, diseñado por el famoso arquitecto canadiense Frank O. Gehry, también artífice del Museo Guggenheim Bilbao. Desde entonces, tomarse la foto con aquellas coloridas y ondeantes estructuras de titanio como fondo, se ha vuelto una aspiración entre quienes visitan esta región.
Más allá de la foto para presumir la travesía en redes, Marqués de Riscal es una bodega de visita obligada porque pocos, como ellos, pueden presumir una historia de seis generaciones, 160 años en la labor del vino. Enchina la piel saber que en su recinto de resguardo para añadas antiguas, bautizado como La Catedral, hay botellas que datan de 1862.
Si el bolsillo lo permite, bien vale la pena armarse el viaje con una noche en sus habitaciones (de 600 a los 900 dólares), una tarde en el spa, donde los tratamientos son, claro está, a base de vino y uva, y una cena en su restaurante, poseedor de una estrella Michelin.
Para quienes van en plan de pisa y corre, hay visitas con cata de dos vinos y degustación de chorizo y salchichón riojanos, que duran 90 minutos y cuestan 16 euros.
EL SOUVENIR
Un buen recuerdo embotellado de esta singular visita es la etiqueta...
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