Los rockeros también lloran
| Autor | Eugenio Guzmán |
"Es mejor quemarse que disolverse lentamente", escribió Kurt Cobain antes de pegarse un tiro en abril de 1994.
La frase forma parte de una canción de Neil Young, pero el líder de Nirvana la adoptó para ilustrar su deseo de extinguirse rápido; tan rápido como entró la bala mortal a su cabeza.
Nueve años después, el cantante y compositor Elliott Smith se apuñaló a sí mismo dos veces en el pecho, luego de discutir con su novia. El autor de "Miss Misery" murió desangrado en un hospital.
También hay suicidios disfrazados de sobredosis como el de Shannon Hoon, de Blind Melon, o el de Layne Staley, de Alice in Chains. Sin mencionar, claro, a los miembros del "Club 27" constituido por Jim Morrison, Janis Joplin, Jimi Hendrix y Brian Jones, aniquilados por las drogas y el alcohol a los 27 años.
La historia del rock está escrita con tragedias de genios cansados de sí mismos que deciden cortar temprano su camino. El consuelo de masas dicta que sólo así, muriendo joven y de manera lamentable, un rockero puede aspirar a ser leyenda.
Parece que a los músicos de hoy no les interesa convertirse en mitos a tierna edad y sí envejecer, vivir. Ahora los que se están suicidando jóvenes y con medicamentos son actores como Heath Ledger, Brittany Murphy y Corey Haim.
Hoy los rockstars se cuidan más, o por lo menos, no se despachan excesos con la cuchara grande como antes.
Sin embargo, últimamente hemos visto que la salud de algunas estrellas del micrófono va disolviéndose lentamente, justo como no quería hacerlo Cobain.
El caso que más impactó en Latinoamérica es el de Gustavo Cerati, referencia obligada para todo aquel que desee entender el rock en español. Sus ojeras y la certeza de que fumaba demasiado no fueron alertas suficientes para evitar la enfermedad que sufrió el 16 de mayo.
Su accidente cerebrovascular hizo que público y periodistas comprendieran que los abusos por goteo también destruyen. O lo que es lo mismo: disolverse lentamente, también es disolverse. Desveladas, malpasadas y más de 40 cigarros diarios no pueden estar equivocados.
El ex líder de Soda Stereo, de 50 años, continúa internado en un hospital de Buenos Aires luego de pasar tres semanas en un hospital venezolano.
Cientos de miles de fans esperan que las secuelas sean lo menos dañinas posibles para pronto dar las "gracias totales" a Cerati por su legado musical.
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