Rodolfo Montiel: 'Vivo abandonado'

AutorMartha Martínez

-Mis manos poco a poco se han ido muriendo -señala Rodolfo Montiel al enumerar las secuelas que le dejó la tortura a la que fue sometido por elementos del Ejército.

Hace 12 años fue indultado junto con Teodoro Cabrera, "por razones humanitarias", por el ex presidente Vicente Fox. Desde entonces no ha visto a su familia, no ha podido regresar a su comunidad por miedo a que lo maten y, sin recursos para atención médica, su salud se ha deteriorado poco a poco.

-Yo vivo abandonado, no nada más porque estoy fuera de mi país, también porque vivo con gente extraña que no habla mi idioma y que no come lo que yo acostumbraba a comer -añade con tristeza en una conversación telefónica.

En 2005, Rodolfo Montiel se convirtió en el primer ecologista mexicano que recibió asilo político en Estados Unidos, luego de que el gobierno de ese país acreditó la persecución de la que era objeto por parte del Ejército.

Pobre y con sólo un año de primaria, Montiel fundó en 1998 la Organización de Campesinos Ecologistas de la Sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán, en Guerrero.

Un año después, él y su organización salieron del anonimato cuando comenzaron a bloquear los caminos utilizados por madereras para impedir que siguieran talando los árboles de la sierra guerrerense.

En 1999 logró que la firma Boise Cascade -dedicada a la explotación de madera- suspendiera operaciones en México, afectando con ello contratos signados entre la empresa y caciques de la zona.

Montiel también denunció ante las autoridades que, a través de la Unión de Ejidos Rubén Figueroa, los caciques del municipio de Ajuchitlán del Progreso, del cual es originario, falsificaban los sellos con los que se marcaban los árboles que podían ser talados. En respuesta, el cacique Bernardo Bautista solicitó la presencia del Ejército argumentando la presencia de grupos ecologistas armados. Montiel fue señalado como uno de los líderes.

A partir de ese momento, se convirtió en un perseguido.

Fue detenido y torturado en 1999. Un año después fue condenado a 6 años de prisión por los delitos de producción de estupefacientes y portación de armas de uso exclusivo del Ejército.

En noviembre de 2001, el entonces presidente Vicente Fox lo indultó.

Montiel recuerda el momento en que fue notificado: un funcionario enviado por Fox al Penal de Iguala lo visitó para entregarle la notificación y, al mismo tiempo, le advirtió que no podía regresar a Guerrero, pues el gobierno federal no se haría cargo de su seguridad.

Tras...

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