Rodolfo Navarrete Vargas / Necesario, conveniente y recomendable

AutorRodolfo Navarrete Vargas

La semana pasada, el Banco de México dio a conocer la minuta de su última reunión de política monetaria (12 de abril).

El tono de esta fue claramente más duro que el del comunicado, por lo que no dejó lugar a dudas sobre el futuro la tasa de interés de referencia, misma que no va a bajar, al menos en el corto plazo o incluso podría subir aún más, no sólo por los riesgos que enfrenta la inflación sino también por la necesidad de reducir estructuralmente las expectativas inflacionarias.

El Banxico señaló que pese a los buenos resultados en el primer trimestre, la inflación aún se encuentra sujeta a riesgos relacionados principalmente con una posible abrupta depreciación del tipo de cambio y con las presiones de demanda que podrían registrarse ante la falta de holgura en la economía.

Si bien, una depreciación del tipo de cambio puede obedecer a un sinnúmero de factores, hay al menos tres relevantes en el corto plazo para México: la política monetaria estadounidense y el comportamiento del dólar, el futuro de la re negociación del TLCAN y el proceso electoral de inicios de julio.

El reciente desempeño del tipo de cambio, al pasar de casi 20 pesos por dólar al cierre del año pasado hasta 17.98 el 17 de abril y luego rebotar la semana pasada ligeramente por encima de los 19 pesos por dólar obedeció a las noticias relacionadas con los avances en el proceso de re negociación del TLCAN, primero, y últimamente a los temores de que se desate una espiral inflacionaria en Estados Unidos a consecuencia del rápido incremento en los precios de las materias primas.

Al parecer, un buen resultado de la renegociación del TLCAN ya ha sido descontado en buena medida por el mercado, aunque no se puede decir lo mismo de un probable endurecimiento de la política monetaria estadounidense, ni de la situación política mexicana en vísperas de las elecciones presidenciales.

Estados Unidos se encuentra en una situación delicada respecto al futuro de la inflación. No sólo está resintiendo las presiones de demanda derivadas de la reducción de impuestos a las empresas y a las familias y del incremento en el gasto público en infraestructura en circunstancias en que economía está prácticamente en pleno empleo, sino también los efectos de la depreciación del tipo de cambio y del incremento en los precios de las materias primas.

El temor a la inflación en EU provocó la semana pasada un abrupto incremento en el rendimiento de los bonos del Tesoro (el del bono de 10 años pasó de...

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