Roger Bartra / La cultura de la derecha

AutorRoger Bartra

¿Hay una cultura de la derecha mexicana? A quienes militan en el PAN les inquieta esta pregunta, pues en el ámbito político hay quienes tienen miedo de perder su identidad si pactan o se alían con otras fuerzas. Pero puesto que hay una "cultura panista", piensan algunos, no habría que temer aliarse con otros partidos, pues la presencia de una identidad cultural propia bien definida impediría que se desdibujasen o contaminasen sus costumbres. En un artículo reciente, el dirigente panista Arturo García Portillo defiende la idea de que hay una cultura panista sólida, definida por la honestidad, la conducta generosa y el respeto por el orden, entre otros atributos (todos ellos positivos, no menciona defectos). En contraste, la cultura del PRD sería una mezcla de agitación y preocupaciones sociales; en la cultura priista habría una combinación de experiencia gubernamental y corrupción. Estas afirmaciones aparecen en Palabra, la revista doctrinal del PAN (número 97, septiembre 2013).

En otro artículo del mismo número de Palabra, su director, Tomás Trueba, sostiene la posición contraria: el PAN no debe aliarse con partidos "que no son afines" con el único objetivo de derrocar el autoritarismo del PRI. Considera que si no hay acuerdos en temas fundamentales como la familia, la vida, el aborto, el matrimonio de personas del mismo sexo y la política social, las alianzas no son bienvenidas. Se sobrentiende que las ideas que no respetan la familia tradicional, que apoyan el derecho al aborto y que propician las uniones homosexuales podrían contaminar la cultura panista y con ello "arriesgar el tesoro" de las posibilidades del PAN para impulsar una "salvación futura de México". Estaría, por lo tanto, en peligro la integridad de la cultura panista.

En contraste con estas expresiones, la senadora panista Laura Rojas expresa en la misma revista una opinión favorable a las alianzas. Sus razones eluden la cultura doctrinaria de otros panistas y subrayan la necesidad de evitar que el PRI se perpetúe en la Presidencia, de impedir que este partido se mantenga en el poder en un tercio de los estados (que no han conocido nunca la alternancia) y auspiciar que sea la ciudadanía la que decida si hay que aliarse o no con otros partidos.

En el mismo número de Palabra hay otro artículo que se une a la línea liberal, moderna y pragmática...

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