Rompe abogado récord de litigios contra EU
| Autor | Abel Barajas |
El récord de litigios ganados a Estados Unidos y a la Procuraduría General de la República en materia de narcotráfico, lo posee un abogado que a sus 75 años ha logrado sacar del penal de máxima seguridad de La Palma a varios acusados sin cobrarles un peso y a otros les cobra lo que puedan pagarle.
Se considera a sí mismo como "el seguro social", porque en varios casos hasta pone de su bolsa para las fotocopias que sus defensos, dice, no pueden pagar. Hace una década en Monterrey lo bautizaron como "El Abogado del Peculado", por el tipo de clientes que patrocinaba.
Hoy, los internos de La Palma, la mayoría de ellos considerados de "alta peligrosidad", lo conocen como "El Hombre del Amuleto" y sus colegas le dicen "El Master".
Américo Delgado de la Peña, un regiomontano nacido el 28 de febrero de 1928, estuvo a punto de ser sacerdote y ahora defiende a presuntos capos, como Benjamín Arellano Félix y Gilberto García Mena "El June", considerados como jefes de los Cárteles de Tijuana y el Golfo, respectivamente.
Asegura que nunca ha sentido riesgos a pesar de defender a miembros de organizaciones criminales rivales. Perteneció al Opus Dei, es austero, viste sencillo y sólo usa corbata si un evento lo amerita. Nunca ha tenido escolta y desde que vive en Toluca se transporta en un auto Platina.
"La receta para no temer nada en este medio, es no hacerse abogado familiar y ser independiente, que no dependas de un cliente o de unos clientes. Uno debe ser superior a los conflictos que ellos puedan tener. Nunca hay que ofrecer más de lo que se puede ni irse con la ambición, en pocas palabras no hay que hacerse abogado 'corporativo' de sus empresas.
"No me adentro en las vidas ni en los corazones de mis clientes, tampoco en sus maneras de ser, permanezco al margen de lo que sean y piensen. Si les puedo proporcionar alegría, qué bueno, lo procuro porque es mi misión, lo demás, pues no, yo no soy psicólogo, mi meta es ganar el asunto, y tengo suerte", dice.
La profesión que le llevó a defender a presuntos capos, también lo llevó en su juventud a codearse con integrantes de la "familia revolucionaria", de los cuales tuvo de amigos a Alfonso Martínez Domínguez y a Adolfo López Mateos, Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría desde antes de que fueran Presidentes.
Estudió la primaria en el Seminario Católico de la Diócesis de Monterrey y es abogado desde 1949. En medio siglo de experiencia en litigios judiciales, ha sacado de la cárcel a cerca de 200 personas...
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