Rompen bibliotecas esquemas
| Autor | Brenda Friederichsen |
Con la llegada de la tecnología, las bibliotecas han modificado sus servicios para satisfacer las necesidades de los universitarios.
Un ejemplo de ello es la Biblioteca Francisco Xavier Clavijero de la Universidad Iberoamericana, la cual cuenta con 35 mil libros electrónicos, lo que representa el 14.58 por ciento del total de su acervo general, conformado por 240 mil volúmenes.
"Las estadísticas indican que el uso (de estos centros de estudio y consulta) continúa, pero lo que sucede es que tenemos nuevos servicios y colecciones que son un complemento a los recursos tradicionales", señala Víctor Manuel Harari, director de la biblioteca de esa Universidad.
Durante 2009, la Biblioteca José Vasconcelos realizó un inversión de 8 millones de pesos en servicios digitales, con lo cual logró cuadruplicar el número de usuarios, comenta Fernando Álvarez del Castillo, director general de Bibliotecas de Conaculta.
"Una biblioteca atendida es la que se actualiza, son espacios que no se pueden desperdiciar y, al contrario, siguen siendo atractivos para los alumnos, por lo que es fundamental que se vayan actualizando a las nuevas tecnologías y a los hábitos y modelos de lectura", añade Álvarez del Castillo.
Por su parte, Gisela Camarillo, coordinadora de atención a usuarios de la Biblioteca del Tecnológico de Monterrey campus Ciudad de México, indica que la inversión anual en colecciones impresas supera los 11 millones de pesos y los siete millones de pesos en base de datos, las cuales registran 23 mil 400 consultas diarias a nivel Sistema Bibliotecario de esa casa de estudios.
"La biblioteca es uno de los pilares fundamentales en la vida de estudiantes y profesores, por lo que no se han abandonado, sino que prové de recursos a toda la comunidad", comenta.
De acuerdo con Helia Terreros, coordinadora de la Biblioteca Dr. Ramón Villarreal Pérez de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) unidad Xochimilco, una de las ventajas de dichos espacios es que los estudiantes pueden consultar bases de datos, además de libros impresos.
"Contamos con red inalámbrica, lo que le permite al alumno tener un espacio para accesar a libros electrónicos y a la información en papel".
En cuanto a la Biblioteca Central de la UNAM, en 2010 se destinaron 76 millones de pesos a la compra de libros, mientras que 56 mil 222 pesos fue a bases de datos, la cual cuenta con más de 15 mil títulos.
Biblioteca José Vasconcelos
"Si dejaran de ser espacios atractivos y, sobre todo, útiles para los estudiantes, no se hubiera anunciado la construcción de nuevas bibliotecas públicas en los últimos años", asegura Fernando Álvarez del Castillo, director general de Bibliotecas de Conaculta.
"La biblioteca tiene el atractivo de la conectividad gratuita, la facilidad para obtener libros, así como un espacio de trabajo adecuado que permite la lectura", indica.
"Además, el modelo de biblioteca necesariamente va pasando por nuevos esquemas con la apertura de nuevos servicios, como...
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