Rosario Green / ¿Qué pasa en el Sur?

AutorRosario Green

Cuando el 20 de diciembre del 2001, después de varios días de manifestaciones callejeras conocidas como "cacerolazos" y "piquetes", acompañadas de lamentables pérdidas de vidas y cuantiosos daños materiales, cae en Argentina el Gobierno del Presidente Fernando De la Rúa. ¿Acaso se inauguraría en Sudamérica un modelo político de "golpes de Estado civiles?".

De entonces a la fecha un par de ejemplos, ciertamente diferentes entre sí, pero con resultados similares, se han registrado en la subregión: el 11 de abril del 2002 fue derrocado durante 24 horas el Presidente venezolano, Hugo Chávez.

Recientemente en Bolivia, el Presidente Sánchez de Lozada fue obligado a renunciar por un movimiento popular que duró semanas y costó decenas de muertos.

A diferencia de Venezuela, las Constituciones de Argentina y de Bolivia sí prevén la sucesión del Jefe de Estado cuando por algún motivo éste no pueda concluir su mandato. En ambos casos está determinado que el poder pasa al Vicepresidente en turno.

En Argentina, donde el Vicepresidente Carlos Alberto "Chacho" Alvarez había renunciado tiempo atrás, fue el Presidente del Senado, Ramón Puerta, el encargado de asumir el poder interinamente, mientras el Congreso elegía a un nuevo Ejecutivo.

En esa ocasión, la responsabilidad recayó en el Gobernador Adolfo Rodríguez Saá, quien, días después, renunciaría tal y como lo había hecho antes De la Rúa, y hasta por razones similares: el enorme disgusto popular frente a sus políticas públicas y respecto a algunos miembros de su gabinete.

El Presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño, convocó una vez más a la Asamblea Nacional, la cual determinó que el senador Eduardo Duhalde ocupara la más alta magistratura. El Presidente Duhalde se comprometió a "administrar la emergencia" hasta el 25 de mayo del 2003, fecha en la que Néstor Kirchner asumió la Presidencia del país por los siguientes cuatro años.

En Bolivia, independientemente del mínimo margen por el cual Sánchez de Lozada le habría ganado a su competidor más importante, el sindicalista Evo Morales -en Argentina Kirchner perdió frente a Menem, pero ganó por default porque este último decidió no presentarse a la segunda vuelta- lo venció la protesta popular y hoy el Vicepresidente Carlos Mesa no la tiene necesariamente más fácil.

Los medios bolivianos dan cuenta de que el pueblo le ha concedido tres meses para producir resultados aceptables. Sobre la mesa están todos los temas: desde el indigenismo y la...

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