Rosaura Barahona / No pasará nada

AutorRosaura Barahona

He recibido varios comentarios en donde me dicen que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) había hecho bien en poner en blanco y negro lo discriminatorio que resulta usar ciertas palabras en los medios porque es la primera vez en México que algo así se pone por escrito.

No es verdad.

El Artículo 1 de la Constitución mexicana dice: "Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y las libertades de las personas".

Pero eso, como otros artículos, es letra muerta. En los avisos de ocasión de muchos periódicos solicitan "recepcionista blanca, delgada, soltera, entre 18 y 28 años y de buena presencia".

¿Cuántas formas de discriminación hay en ese anuncio? ¿Y qué pasa? ¡Nada! Porque aquí nunca pasa nada cuando violamos la Constitución.

Además, la Ley Federal de Radio y Televisión publicada el 19 de enero de 1960 y reformada el año pasado, en su Título Primero, dice: "Artículo 4: La radio y la televisión constituyen una actividad de interés público, por lo tanto el Estado deberá protegerla y vigilarla para el debido cumplimiento de su función social".

¿Protegerla y vigilarla? ¡Tiene años nadando de muertito en sus aguas turbias!

"Artículo 5: La radio y la televisión... a través de sus transmisiones, procurarán: "I. Afirmar el respeto a los principios de la moral social, la dignidad humana y los vínculos familiares; "II. Evitar influencias nocivas o perturbadoras al desarrollo armónico de la niñez y la juventud; "III. Contribuir a elevar el nivel cultural del pueblo y a conservar las características nacionales, las costumbres del país y sus tradiciones, la propiedad del idioma y a exaltar los valores de la nacionalidad mexicana".

Hay más, pero con eso tenemos. Es cierto, el lenguaje de los artículos es ambiguo, pero casi todos los vergonzantes programas de radio y televisión transmitidos bajo la etiqueta de "entretenimiento" por los canales locales, más los "locutores" que invaden las transmisiones con sus obscenidades y faltas de respeto, están violando la ley.

Y tampoco pasa nada.

La misma ley en el Capítulo Único...

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