Ártico noruego

AutorAndrea Padilla

El archipiélago noruego de Svalbard, en el Círculo Polar Ártico, es el punto más cercano y fácil de alcanzar del alto Polo Norte. Hogar de renos, focas y osos polares, este conjunto de islas ha atraído recientemente a miles de turistas, la mayoría en cruceros. Por desgracia, también se ha convertido en sitio perfecto para observar los efectos del calentamiento global.

En los últimos años, las nevadas no han llegado como se esperaban en gran parte de estas tierras salpicadas de pinos y abedules. Para los moradores de esta tundra la vida es dura, pero lo es más cuando no nieva. Si bien la nieve suele servir como suave cama a algunas especies animales, la falta de ella puede significar la muerte para los renos, pues se alimentan de liquen, planta que cuando no hace suficiente frío queda cubierta de un cortante hielo que lastima sus frágiles hocicos.

El ascenso en la temperatura favorece también la propagación de plagas que ponen en peligro los bosques árticos y altera la migración de las aves, que al percibir un clima más cálido ya no van en busca de otros parajes durante el invierno.

Los glaciares del archipiélago noruego, el territorio más grande de vida salvaje en Europa, han ido encogiéndose y fragmentándose en poco tiempo, lo que podría llevar a los osos polares a su extinción y al Océano Ártico a quedarse sin hielo...

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