Rubén Romero / La mitad más uno

AutorRubén Romero

Tienen razón el Comité Olímpico Internacional (COI) y las federaciones deportivas mexicanas cuando exigen que el Gobierno de México no meta las manos en los asuntos internos de las federaciones.

Pero también tienen razón el director de la Conade y los atletas que se quejan de las arbitrariedades de algunos dirigentes de nuestro deporte y exigen mejor trato y rendimiento de cuentas a cambio de los fondos que entregan.

El COI cuestiona que la Conade pretenda destituir a los directivos que considera corruptos, y en eso tiene razón. Eso no debe ser.

¿Cuál sería el camino para corregir las anomalías del deporte mexicano?

La clave no es destituir directivos, es cambiar la manera en la que los directivos se eligen -y se reeligen-, sobre la base de asambleas que muchas veces son altamente manipulables, y que no siempre representan a todas las partes que componen el deporte nacional, en ocasiones ni a los mismos atletas.

Es muy frecuente que la elección del presidente de una federación deportiva no la hagan los deportistas ni los entrenadores ni los organizadores ni los jueces.

Lo frecuente es que la elección la decidan grupos cupulares reducidos, como los dirigentes estatales, quienes en muchos casos son los que integran su asamblea, que para el COI es...

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