Con mucho sabor latino

AutorLupita Aguilar

La diseñadora Wanda Amieiro nació en Puerto Rico, aunque hace alrededor de dos décadas que tiene instalado el corazón en México. Su historia profesional se escribe a partir de los años 80, época en que Wanda y Hernán Medellín, su esposo, habitaban un departamento en la colonia Roma, donde destinaban una gran mesa para realizar los primeros cortes.

Ella, diseñadora y anteriormente modelo de las pasarelas mexicanas. El, administrador. Su pequeña empresa creció y creció, rindiendo hermosos frutos.

Wanda y Hernán se quedaron a vivir en México. Aquí nacieron sus hijos, su fábrica y también los diseños de una mujer que definitivamente se parece a todo lo que hace. Lecciones de moda y color brillante se pudieron apreciar el pasado jueves sobre una pasarela presentada por El Palacio de Hierro.

La idea era mostrar en no menos de una decena de cuadros los conceptos definidos de una marca que habita en el sur de la ciudad e invade cada vez más los terrenos de una moda que se antoja por su versatilidad, ritmo y buena confección.

Wanda abrió con sabor a mandarinas. Camisetas y blusas ajustadas al cuerpo combinaron su andar, con pantalones de todos los largos diseñados sobre el blanco que define el inicio de la nueva época del año.

Siguió con flores y superficies fucsia, luego con minicuadros y "paisleys" satinados sobre rojo. Combinó con blanco, con verde limón, con amarillo mango, con negro, con turquesa y con estampados de cebras. También con boas y encajes, con transparencias muy cuidadas y con detalles étnicos.

Los linos marcaron una cierta inclinación por los tonos suaves. Arena, verdes empalmados, lavanda, blanco y celeste...

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