Salario mínimo y economía manipulada

AutorSalomón Chertorivski

Secretario de desarrollo económico, cdmx

Una vergüenza universal: el salario mínimo de México es el más bajo de toda América y, muy probablemente, es el más bajo a escala mundial, incluso comparándonos con China o Bolivia.

Esto es un dato, un hecho, no una frase. ¿Hay razones para que las cosas sigan así? El gobierno federal, el Banco de México y la Coparmex siguen diciendo que sí, siguen empeñados en impedir que nuestra economía corrija uno de sus mayores errores sostenidos durante más de tres décadas.

Es un asunto que descorazona: si usted trabaja duro, una jornada completa, de modo honesto, no sale de pobre ¡extremo! (no le alcanza para comprar los alimentos indispensables). Por ejemplo: si labora en una gasolinera, un restaurante o una empresa de vigilancia o de limpieza, su sueldo diario es de 73 pesos, decretado por una comisión burocrática, desde hace casi 30 años.

Por eso, el jefe de Gobierno de la Ciudad de México puso el tema sobre la mesa en mayo de 2014: no podemos seguir con un salario mínimo tan bajo porque lo deforma todo -en la sociedad y en la economía-, y propuso un estudio riguroso, una deliberación abierta y una política pactada para los siguientes lustros. Algo razonable y oportuno.

¿Qué recibimos a cambio? Evasivas, promesas sin fecha, estudios absurdos ¡del Banco de México! y la indolencia ante una situación social que se sigue deteriorando. ¿Resultado? Los pobres que en México trabajan honestamente lo siguen siendo, mientras la economía crece menos.

El secretario del Trabajo federal prometió un alza en junio y no ocurrió nada. Y la semana que pasó, el presidente de la Coparmex mandó el alza para otro momento porque "no hay condiciones". Es decir, los salarios deben seguir siendo el clavo del sacrificio nacional.

En 2014, exigían evidencias, datos de largo plazo y se los dimos (véase http://salarioscdmx.sedecodf.gob.mx). En 2015, el año de la menor inflación en la historia, dijeron que no debíamos alterar ese paraíso de estabilidad. Y ahora (2016) tampoco se puede por la "volatilidad e incertidumbre internacional" (El Universal, 13 de junio). En otras palabras, haya estabilidad o volatilidad, pase lo que pase, el salario mínimo debe permanecer bajo llave.

Pero esta visión ya es insostenible, pues se han venido apagando todos los motores: el sector exportador se ha debilitado; hemos visto un triple recorte al gasto público en el último año y un doble aumento a las tasas de interés. Lo único que ha marchado, lo que...

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