Sálgase de lo ordinario
| Autor | Óscar Álvarez |
Fotos: Óscar Álvarez
Cada día quedan menos lugares donde un viajero, a su pesar, no se sienta turista. Conscientes de los beneficios de la industria vacacional, los países ofrecen al mundo sus mayores atractivos. Y a su sombra crecen los prestadores de servicios: hoteles, transportadores y agencias de viaje especializadas en todos los tipos de turismo (incluso el de aventura). Resulta innegable su utilidad, pero con frecuencia crean filtros entre el visitante y el color local y su gente (que dejamos de conocer). Si nos interesa relacionarnos mejor con la esencia de un lugar, bien merece la pena sacrificar la seguridad y la comodidad a favor de una experiencia de seguro más intensa. Y, como todo en la vida, nunca está de más un poco de imaginación para elegir esos rincones del planeta que todavía no aparecen en los folletos
1 CURAÇAO, ANTILLAS HOLANDESAS
Mezcla surreal de Ámsterdam y el Caribe, Willemstad es la capital y puerto de una isla con muchas influencias. Descubierta y bautizada por los portugueses, conquistada por los españoles pero holandesa a partir de 1634 y poblada con esclavos negros, Curaçao parece un calidoscopio de marcada esencia africana. Frente a las costas venezolanas, Curaçao se ubica entre sus hermanas Aruba y Bonaire, presentando el mismo perfil agreste cubierto de cactus y árboles dividivi. El buen clima, las playas, las compras y un universo caribeño mágico con nostalgias europeas, terminan de definir su carácter.
2 ISLAS BANDA, MOLUCAS, INDONESIA
Difíciles de encontrar en el mapa, las Banda son un archipiélago de juguete, escondido en el laberinto de las Molucas. Un volcán que aún ruge y siete pedazos de tierra cubiertos de vegetación tropical restos de un enorme cráter- forman el grupo. Los isleños son herederos de un poderoso sultanato y conservan en su folclore la grandeza de los tiempos de esplendor. Las antiguas casonas coloniales holandesas y los fuertes erizados de cañones nos recuerdan que las Banda fueron alguna vez el único lugar del mundo donde crecía la nuez moscada. Las principales potencias europeas del siglo 17 se disputaron este perdido rincón de Asia hasta que la especia pudo reproducirse en otros suelos. Los siglos de olvido le han dado a las Banda el raro encanto que tienen los lugares cuyo tiempo se detuvo en su mejor momento.
3 DE IQUITOS A MANAOS, PERÚ-BRASIL
Francisco de Orellana y años después Pedro de Ursúa en su malhadada expedición en busca de El Dorado, fueron los primeros...
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