Coordenadas/ Salinas: verdades a medias

AutorEnrique Quintana

Como en toda apología, el ex Presidente presenta hechos ciertos, ordenados de una manera tal que justifican sus acciones en 1994. Pero, como en toda apología, también omite hechos y argumentos cuyo conocimiento es indispensable para hacer un juicio acerca de manejo económico de esos años.

Todavía no tengo en mis manos el texto completo, por lo que las opiniones que siguen derivan de los fragmentos reproducidos ayer por el Grupo REFORMA y de las entrevistas que ofreció Salinas.

Le enumeró algunos de los hechos en los que Salinas tiene toda la razón, y de los que hemos dado constancia en este espacio desde 1995, luego de que algunos actores de esas fecha finalmente decidieron hablar, así fuera en privado.

1- La manera de operar la devaluación de diciembre de 1994 fue la peor que pudo imaginarse. Si se hubiera planeado cómo cometer todos los errores posibles no hubiera salido tan a propósito como ocurrió. Aunque las anécdotas son muchas (de ellas daremos cuenta en próximas ocasiones) los errores más graves, a mi juicio, fueron dos.

El primero fue haber carecido de una estrategia económica coherente. La apertura de la banda de fluctuación, primero, y luego la flotación plena, se operaron como medidas aisladas, sin un programa económico consistente, lo que generó una desconfianza irreversible.

El segundo fue haber titubeado. Desde el día 20 por la noche, las autoridades iban con la propuesta de establecer un régimen de flotación libre y por presiones del sector privado rectificaron la decisión y abrieron la banda sólo en 15 por ciento.

El resultado fue que, sobre todo el 22 de diciembre, hubo una ofensiva contra las reservas porque nadie creyó en que fuera sostenible el nuevo techo de la banda.

2- La ruptura entre los funcionarios de la Secretaría de Hacienda del nuevo Gobierno y del anterior fue de tal grado que el día 21 de diciembre por la mañana no había quién tomara las llamadas de los administradores de fondos de inversión que tenían invertidos cientos de millones de dólares en México y que buscaban alguna explicación de lo que pasaba. El resultado fue que el pánico se extendió y por eso el 22 de diciembre las reservas simple y sencillamente ya no resistieron.

3- Fue absurdo que cuando los mercados financieros pensaban que de una u otra manera, el nuevo Gobierno tendría que operar una devaluación del peso, porque eran conocidas las opiniones del equipo a ese respecto, se enviara al Congreso un programa económico para 1995, que ignoraba...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR