Lo salvan de la calle; ahora teje un sueño

AutorÓscar Balderas

Eran los primeros minutos del jueves 4 de noviembre cuando un grupo de brigadistas lo vio, a lo lejos, envuelto en una cobija, tratando de dormir y cargando una bolsa de plástico con todas sus pertenencias: un pantalón y dos playeras.

Ahí contó que su padre murió hace poco de un paro cardiaco y sospecha que su mamá consiguió otra pareja; a pesar de tener dos tíos y medios hermanos, no piensa recurrir a ellos, prefiere vivir en el dormitorio 6 del albergue Coruña, junto con otros chicos en situación de calle.

Los maltratos que recibía de su madre lo forzaron a abandonar su hogar en San Juanico, Tlalnepantla, la semana pasada, deambuló varias horas hasta que la noche lo sorprendió en el jardín del Panteón de San Fernando, donde lo encontró personal del Instituto de Asistencia e Integración Social (IASIS) y el Secretario de Desarrollo Social del DF, Martí Batres, durante las brigadas de la campaña "Frío Invierno, Calor Humano".

A los 16 años de edad, Fernando ya sabe lo que es huir de casa, vivir en la calle, habitar en un albergue y, a pesar de ello, no cesar en perseguir sus sueños.

En la cama de su habitación, cuenta que desea convertiste en chef profesional y tener un restaurante, carrera que por ahora construye desde la cocina de "Playa Azul", una marisquería en el Mercado de Santa Rosa, en la Delegación Gustavo A. Madero.

"Pongo la alarma de mi celular a las 6 de la mañana, me levanto, me baño y voy a trabajar... regreso al albergue ya tarde y me preparo para el siguiente día.

"Me gustaría ser chef, creo que cocino bien, me dicen que tengo buena sazón, pero para llegar a eso tengo que estudiar y en cuando pueda quiero entrar a la escuela que hay aquí", señaló el menor, quien sólo terminó segundo de secundaria en la Diurna 135.

Su experiencia laboral incluye el paso por restaurantes como "El Poblano" y "Los Tarros", cerca del Metro Centro Médico, lugares donde, dice, le nacieron las ganas de aprender a cocinar.

Ahora, en la marisquería, prepara principalmente ensaladas y sus compañeros lo señalan como un joven responsable, trabajador y enfocado en salir adelante.

"Lo hemos visto trabajar bien, chambea mucho, es buen muchacho y tiene muchas ganas", dijo María Elena Adame.

Cuatro días después de ingresar al albergue, personal del IASIS lo acompañaron a su casa para informarle a su mamá que permanecería bajo la tutela del Gobierno capitalino, por lo cual le solicitaron los documentos oficiales del menor.

Pero la madre dijo no tenerlos, por...

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