San Cadilla
SIBOLDI DESESPERADO
De verdad que lo que vi el sábado en el Estadio Azteca tras la derrota de Cruz Azul a manos del Atlas me dejó desconcertado... y eso que ustedes bien saben que no le voy a La Máquina.
Pero peor aun lo que mi Judas Celeste me contó cuando le pregunté cómo vio a Robert Dante Siboldi en pleno partido ante los Zorros.
No quisiera sonar a mar de lamentos pero el técnico charrúa se fue del inmueble cabizbajo, arrastrando su maleta y con la mirada fija en el suelo. Así fue como cruzó el túnel para abandonar el estadio.
Antes, en plena conferencia, a Siboldi parecía que le costaba trabajo hablar, tenía el rostro totalmente desencajado.
Pero lo que más me sorprendió fue que sufrió muuuuy gacho la caída ante los rojinegros.
"SanCa, de verdad lo hubieras visto en la cancha. Estaba (Siboldi) derrotado, sólo apretaba los labios y cerraba y abría los ojos desesperado, inquieto por lo que veía", me lanzó mi Judas cementero, que anduvo por ahí muy cerca de la banca celeste.
Pero no fue sólo eso, sino que llegó un momento en el que el timonel de plano dejó de manotear, de apretar a los suyos y se llevó las manos a la cabeza, totalmente frustrado.
Si esto ocurriera por ahí de la Jornada 15 o 16, de alguna manera es entendible, pero que pase apenas ¡en la Fecha 1 del Clausura 2020, en tu casa y frente a tu gente! Eso es de no creerse...
¿Será que Siboldi ya sabe que de plano no tendrá los refuerzos que tanto él como Cruz Azul necesitan?
¿Será que desde que "Billy" Álvarez retomó el trono activo de La Máquina le puso un ultimátum?
Pobre Robert... y pensar que parecía que el sufrimiento se había acabado cuando se fue de Veracruz.
MUY VIVOS
Si hoy Betis va a pagar poquito por Guido Rodríguez mucho tiene que ver con esos pequeños detalles que hacen la diferencia entre un equipo con el colmillo largo para negociar y otro que deberá aprender a ser más canijo en el futuro.
Resulta que cuando la directiva del cuadro sevillano andaba muy tranquila ofertando por el argentino, desde la comodidad de su sofá, les llegó el chisme de que el jugador estaba a nada de firmar una extensión de contrato que elevaría bastante su cláusula de rescisión con el América.
Fue entonces cuando la cúpula verdiblanca se puso las pilas, tomó el primer avión a México, contactó en friega a Christian Bragarnik, representante de Guido y al propio jugador para implorarles que pausaran la renovación.
Después de ofrecerles las perlas de la virgen, tanto Guido y su repre no...
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