San Cadilla

SIN CHISTAR

A muchos les sorprendió lo obediente que fue el León para aplicar la clásica "Patitas, pa'qué las quiero" el día de la diligencia para que Roberto Zermeño tomara posesión legal del Estadio Nou Camp.

Ese día, antes de las 7:00 de la mañana, los camiones con el logotipo de Grupo Pachuca y del propio club León ya habían abandonado las instalaciones con los trofeos y artículos de la tienda y demás cosas de su propiedad.

Poco después llegó el notario público acompañado de elementos de la Guardia Nacional, para ejecutar la orden judicial.

La resistencia por ningún motivo iba a provenir de los meros-meros de Grupo Pachuca.

Al contrario, fueron los aficionados quienes armaron el alboroto y lograron que el notario y los elementos de la Guardia Nacional aplicaran también la graciosa huida.

Lo cierto es que la disposición ejemplar de los integrantes del club León no fue solamente para sacarse un 10 en conducta, según me cuenta uno de mis Judas.

Resulta que en caso de poner resistencia a la orden judicial, los dueños de La Fiera estaban obligados, por contrato con el ayuntamiento, a pagar una multa de 10 millones de pesos.

Me dice mi Judas Panza Verde (no del club, sino allegado) que para que el asunto no quedara al aire hasta tuvieron que mostrar una póliza de la fianza, y por eso prefirieron ondear la bandera de la paz antes que abrir la chequera en tiempos en los que nadie está para derrochar.

ESTÁN BUENAS LAS PATADAS

Deportivamente los Pumas no le han dado dolores de cabeza a la directiva auriazul, pero los golpes por debajo de la mesa siguen a todo lo que dan.

La lucha de poderes se ha puesto ruda en las últimas semanas, pues ya le comenzaron a meter ruido a Jesús Ramírez y a Polo Silva, actuales directivos del conjunto universitario.

Desde el año pasado en que ya era insostenible la continuidad de Rodrigo Ares de Parga se hizo un análisis sobre los candidatos que podían ocupar esa silla, que además se quedó muy caliente con varios temas pendientes.

El primero que salió a la luz pública fue Ramón Neme, empresario del ramo farmacéutico, quien aparentemente fue visto con buenos ojos por el rector Enrique Graue; su único error fue adelantarse a los tiempos y comenzar a tomar posesión antes de que lo hicieran oficial.

Si no mal recuerdo, mis Judas me comentaron que se metió hasta la cocina para hacer una auditoría, porque no quería que le salpicara nada de la administración a la que iba a relevar.

Obviamente esto no le gustó nada a las...

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