A sangre fría

AutorBill Hewitt

Su ambición, les decía Bonny Bakley a menudo a sus amigos y familiares, era casarse con una celebridad.

"Eso es todo lo que siempre quiso hacer: conocer a estrellas", dice Paul Gawron, el ex esposo de Bakley, quien crió a los tres hijos de ella durante mucho tiempo después de que Bakley siguió su sueño y abandonó su modesto hogar en Memphis, Tennessee. "Leía para saber dónde iban a estar y luego ella se dirigía allí". Y cuando esos esfuerzos no resultaron, Bakley, de 44 años de edad, aparentemente usó sus artimañas para realizar un número de fraudes de segunda que dejaron a la nativa de Nueva Jersey con antecedentes criminales en dos estados.

"No vendía galletas para las Guías", comenta Frankie Jean Lewis, cuyo hermano, la leyenda del rock Jerry Lee Lewis, conoció a Bakley en los 80. "Era mala hasta la médula, pero de buen corazón".

Y, por fin, pareció saborear un poco de éxito. Finalmente, el 19 de noviembre, consiguió el cónyuge celebridad durante tanto tiempo buscado, casándose con el actor Robert Blake, de 67 años de edad, mejor conocido por su papel en la serie de televisión de los 70, Baretta. Pero incluso eso terminaría mal. La noche del viernes, 4 de mayo, Bakley fue asesinada a tiros en una tranquila calle residencial de Los Angeles después de cenar con Blake en un restaurante italiano en el suburbio Studio City. Un testigo en el vecindario, quien llegó a la escena del crimen poco después del asesinato, describió a un Blake, casi histérico, caminando incesantemente por la calle, ocasionalmente vomitando, luego desplomándose al suelo.

"Los policías lo estaban tratando con guantes de seda", señala. "Durante la mayor parte del tiempo los paramédicos estaban atendiendo a (Bakley); él simplemente estaba sentado en el cordón de la banqueta. Un oficial tenía el brazo alrededor de sus hombros, consolándolo".

En los días después del asesinato hubo considerable confusión acerca de qué había ocurrido exactamente. De acuerdo con Harland Braun, el abogado de Blake, el actor le contó a la policía que después de que él y Bakley habían regresado a pie a su auto Dodge Stealth negro, modelo 1991 -que no había dejado en el estacionamiento del restaurante sino en una calle lateral- se dio cuenta de que había dejado su pistola en el restaurante. (Braun afirma que Blake, quien tenía un permiso, portaba el arma porque Bakley temía por su propia seguridad). Al regresar al auto, encontró a su esposa tendida en el asiento del pasajero, con un solo impacto de bala debajo de la oreja derecha. Después de pedirle a un vecino, el cineasta Sean Stanek, que marcara el número de emergencia 911, volvió de prisa al restaurante para solicitar más ayuda.

Pero Joseph Restivo, uno de los propietarios del restaurante Vitello's, donde Blake había sido un cliente...

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